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Luego de haber hablado con el señor Park, Jungkook salió de su cuarto, necesitaba salir a despejarse, mientras más tiempo pasará lejos de su "familia", tenía más probabilidades de sentirse seguro. Cambio su ropa por otro conjunto deportivo, y salió sin ser visto por sus padres, pero cuando salió de la casa, y paso por el jardín, para ir a la calle, Taehyung, Jimin y Yoongi si lo vieron.

- No se ve tan mal - hablo Yoongi - pero pudiste haber evitado el daño.
- ¿Y como? Yo no fui el que lo golpeó primero - defendió Taehyung - ustedes lo vieron, el se me lanzó.
- Si idiota - respondió Jimin - pero, tu fuiste el primero en cuanto comenzaste a provocarlo. Acaba de llegar, deberías hacer de todo por estar cerca de él, no para alejarlo. Ya escuchaste a tu nana. Todo lo estás haciendo mal.

Taehyung se lo pensó un segundo, por lo que solo se levantó aún adolorido, debía reconocer que Jungkook tenía la fuerza de dos hombres, su gancho derecho era una maravilla; en cuanto a sus lesiones físicas, Jimin le hizo el favor de curarlo.

En silencio camino tras el, y el menor ni siquiera lo noto. Entraron a una tienda de convivencia dónde Jungkook compro caramelos, luego a una librería, para terminar cerca del río Han, sentado en las escaleras del lugar.

El sol comenzaba a esconderse, pero a Jungkook no le importaba mucho, no tenía prisa por volver.
Taehyung lo miraba desde la distancia, pero decidio que ya era momento de hablar, por lo que camino hacia el, y se sentó a su lado.

- El que esté fuera de la clínica, es precisamente para ya no tener a alguien detrás de mi - el tono con el que el menor le hablo sin verlo, era tranquilizante, suave, y sobre todo compasivo.- puedo cuidar de mi solo.
- Eso me queda claro - respondió Taehyung, con ambas manos dentro de su chamarra - tu puntería y presicion para atacar... es fascinante en verdad.

El azabache no pudo ocultar su risa, por lo que Taehyung también sonrió, dándole un leve golpe en el hombro con el suyo.

- Se que estás enojado - dijo el mayor mirando la corriente de agua, iluminada por las luces de colores - y si fuera tu.. yo también lo estaría.
- Mi mente es un caos - confesó Jungkook - por más que trato de convencerme de que.. no es su culpa el no recordar.. me duele saber que todo lo que pasó, lo tengo que afrontar, solo.
- Fue difícil ver todo lo que vivimos - entonces el menor se atrevió a verlo, aún cuando el mayor no lo hizo - verte nacer, crecer, entregarte a mi en cuerpo y alma.. y ahora, ni siquiera podemos vernos o hablar sin la necesidad de querer matarnos.

Taehyung tenía razón. Ninguno se hubiera permitido hacerse daño de ese modo en otro momento.

- Extraño mucho la vida que teníamos antes..~ - Taehyung frunció el seño, pues ya no se escuchaba esa seguridad con la que había comenzado a hablar, de hecho lo vio, y el menor en seguida cubrió su rostro, intentando no llorar frente a el. No quería demostrarle lo débil que seguía siendo con él, aún cuando quisiera ser un hombre en su presencia.
- Jungkook..~
- Se..~ - dijo limpiando sus ojos, sin mirarlo, jugando con sus manos - que es muy difícil que logremos recuperar eso, porque antes nos alabamos mucho. Era demostrarnos día, tarde y noche lo que sentíamos. Ahora jaja..~ solo puedo verte - entonces lo miro - y no puedo evitar sentirme molesto contigo. Porque jamás me hubieras lastimado así como lo hiciste ahora.
- Te juro que no era mi intención - Taehyung entrelazó sus manos, y se colocó de rodillas frente a el, para poder verlo de mejor manera - aún los recuerdos de todo no son precisos para mí, pero.. lo único que se, es que no he dejado de amarte.

- No me mientas así Taehyung ~ - dijo casi arañando la piel de su mejilla el menor, pero con la diferencia de que eran las puntas de sus dedos quienes querían aferrarse a el.
- No te estoy mintiendo Jungkook. Yo ~ no he dejado de amarte. Se muy bien cuál fue mi deseo, mi promesa. Te voy a amar hasta que mis pulmones dejen de funcionar, y hasta que mi mente muera contigo en ella.

- Porqué..~
- ¿Porque que? - pregunto Taehyung acariciando su cabello.
- Porque me tiene que doler tanto..~ porque tienes que dolerme tanto..~
- Porque solo así - dijo tomando con ambas manos su rostro, mirando brillar sus ojos por las lágrimas - solo así sabremos cuan puro es nuestro amor...~ - entonces junto sus frentes, rozando sus labios, hablando sobre ellos - y cuan malditos egoístas somos al no atrevernos a soltarnos ~
- No sabes cómo te odio..
- Ódiame todo lo que quieras Jungkookie..~ y amame como si me quisieras muerto ~

Aquello dolió como nada más en el mundo, pero más dolía besarlo y sentir sus lágrimas remojar su rostro.

El azabache, no pudo con la molestia, y lo tomo de su ropa en la zona del pecho, haciendo puños con la misma entre sus manos, mientras abría su boca permitiéndole querer marcarlo como suyo, mientras su lengua lo reclamaba a gritos.

- Te quiero matar Kim Taehyung~
- Sería un honor morir entre tus brazos..~ Jeon Jungkook~ - el menor sonrió complacido por como lo llamo, y ya no se sentía uno más como parte de los Kim, se sentía único, especial, se sentía una persona externa y diferente de Taehyung. Podía amarlo y no sentir culpa, podía entregarse, y no sentir la pena de perderlo.

La necesidad era tan grande que Taehyung soltó su rostro, y sus manos se posaron en las piernas del menor, metiéndose entre ellas, para ser abrazado del cuello, mientras el lo abrazaba por la cintura. No sentían pena, era normal el amar a un igual, y al no haber gente por el lugar, era una bendición para los amantes.
Jungkook quería frotarse en su cuerpo para sentir esa cercanía más intensa, y se atrevió a hacerlo cuando el recuerdo de su noche en la galería lo invadió. Empuñaba su ropa con desespero, pero su propia palabra lo traicionó.

"No vas a volver a tocarme"

- J-jungkookie..~ - gimió en sus labios el mayor - te deseo..~ - el menor no pudo responder, no había necesidad, su cuerpo lo transmitía.

Yo también..lo deseo.. te deseo Kim Taehyung.

- Ahora no.. no puedo - la llama que se encendió, comenzó a extinguirse, pero Taehyung no se molestó, el sabía que no podían. Podían pasar los años, pero el valor era el mismo: una noche, no reparaba el daño que se habían hecho. Los problemas no se resuelven así.

El mayor sonrio, y solo lo abrazo de la cintura, para seguido besar su nariz.
- Lo siento ..
- Está bien campeón. - dijo limpiando sus labios con el pulgar, para después chuparlo - me es más que suficiente esto. No necesito más que esto.
- ¿Lo dices en serio? - el mayor asintio, para abrazarlo por completo, besando su cabeza.
- Con que estés aqui, me siento satisfecho, mi vida.





Ya las dejaré descansar por ahora de los pañuelos. Disfruten❤️

HOUSE OF CARDS : SagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora