HOUSE OF CARDS : Saga

10

Aunque fuese de noche, eso no implicaba seguir a veces del todo las ordenes de Taehyung, y si quiza el no hubiera sido tan duro con el pequeño, el no habría ido a buscar a su padre, como muy pocas veces lo hacia cuando no podía con tantas emociones a la vez. Salio con sus pijamas azules a rayas y unas botas estilo pantufla, cubierto por una manta y acompañado nada mas y nada menos, que de su pequeño guardián Cooky.
- Hola appa. - el pequeño dejo un paquete de galletas de avellana en la lapida, junto a una rosa blanca y una foto del chico junto a su padre, editada ya que las únicas fotos que tenia, era el de pequeño en brazos de su creador.-  No hemos hablado en un largo rato, ¿como estas? 

Jungkook limpio una pequeña zona a los pies de la lapida y se sento en esta abrazando sus piernas cual niño de 4 años, mirando con un brillo peculiar aquel lugar. -¿Recuerdas que una vez te conté sobre la persona que había iluminado mi vida?, esa misma persona me hizo llorar hoy, pero estoy seguro que se disgustó con el tio Jiminie; si estuvieras aquí estoy seguro de que ya hubieras golpeado a Taehyung... ¿appa? piensas, ¿que hice mal al besar a Yugyeom? el es lindo, es de mi edad, y justo como dice TaeTae, no es mi familia, ¿podría funcionar? - El pequeño recargo su barbilla en sus brazos puestos en sus rodillas, pensando que estaba demente, a sus 18 años acudir a su padre como un niño acusando al bravucón por hacerlo llorar. Tanto fue su trance ante aquella lapida con el nombre de su padre grabado en aquella piedra, que no se inmuto al escuchar a una persona acercarse a su mismo punto.
- Funcionara siempre y cuando ambos así lo quieran. - Jungkook levemente curioso se giro hacia su lado derecho, donde alguien en suéter rosado y cubrebocas blanco hablo. Era exactamente como lo recordaba, solo que con colores mas alegres y cabello desteñido en purpura.
- Usted es el hombre... el mismo que vi junto con mi tio.
-  Ja... no pensaba que me recordarias, haz crecido, ¿que edad tienes? pareces bastante grandecito como para que tengas un peluche por acompañante. - Jungkook algo apenado guardo al polizón entre la manta y miro de nueva cuenta al hombre, que bajo su cubrebocas, dejando ver por completo su rostro; era fino, blanco como la nieve bañada en café, era lindo, tenia un aura pasivamente agradable, y una sonrisa y mirada muy familiar, tanto que le provoco unas lagrimas al menor, junto a unas palabras penetrantes.
- Appa...- El hombre se giro a mirarlo, y verlo de aquella forma, lo hizo sentirse muy incomodo.
- Kim, mi nombre es Kim Seokjin... ¿como te llamas?
- K-kim Jungkook, perdone..- El menor limpio sus lagrimas y cubrió su cabeza y cuerpo con la manta, tenia frío y el mayor lo notaba; esos gestos, esos ojos de venado, eran mas frágiles que los ojos de dragón que Namjoon tenia, eran exactamente a los de su madre.
- Descuida Jungkook, ¿que haces aquí a estas horas? son casi las 10 de la noche y tu en un lugar tan intimidante, pero ya te vez mayor como para tener miedo, ¿no?.- El menor solo se encogió de hombros viendo aquella insípida tumba, pero ante sus ojos, era la mas bella.
- ¿Porque esta aquí hyung? ¿que era de mi appa?
- No podía dormir, así que caminaba por aquí, y vine a dar donde el, es un viejo amigo... era muy bueno en lo que hacía; cuando supe que falleció, fue un golpe duro, éramos demasiado cercanos, así que era obvio que me doleria su pérdida.
- Disculpe, ¿qué edad tiene?
- 35 años.
- Waa, mi tío tiene 30 años, y appa...
- El tendría 33 años, Jungkook... - Jin con algo de nostalgia apenas podía articular alguna palabra, y no era para menos, pues hablar de el amor de su vida y hermano, y que el mismo estuviera muerto, no era un tema muy lindo.

Mientras tanto en la casona, Taehyung no podía conciliar el sueño, se sentía tonto, insuficiente, e incapaz de ser la persona adecuada para el menor, y con todo lo que Yoongi le había dicho, su duda se hiba reafirmando. Se levanto de su cama y se retiro a la habitación que antes era de Namjoon; todo estaba igual, mismas sabanas, mismos cuadros, todo era exactamente igual, solo que aquel enorme cuadro que adornaba el cuarto principal de la casa, cada vez se llenaba de mas telaraña y polvo a causa del abandono, cerro la puerta, y miro durante unos segundos aquella imagen ante sus ojos.
- Debes estar pensando que soy un asco, ¿no es verdad? como es que tuve las agallas de profanar el cuerpo de tu pequeño hijo; como es que me atrevi a poner los ojos en el, y no estarias haciendo mal, pues aunque se que lo nuestro no lleva a nada, sigo haciendo mi esfuerzo, aun sabiendo que el mirara a otros horizontes, a otro futuro donde posiblemente yo no ese incluido. - Avanzo unos cuantos pasos hasta una silla frente al retrato, se sentó y cruzo sus brazos y piernas, mientras una lagrima amenazaba con salir de aquellos ojos tan bellos que solo el podía tener.- ¿Así era con Seokjin, Namjoon? - un hilo en su garganta se hizo presente, al igual que unos hipos, saliendo a medida que queria decir sus pensamientos ya rotos.- ¿Así se sentía amar a tu familia? Saber que no hiban a estar juntos y todo por... ¿por mi pequeño Jungkook?