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La mañana abrazo al pobre chico, quien solo podía estar acostado en su cama, pensando, ¿que hice mal?  ¿Porque mi madre se alejo? Nada estaba claro, solo sabía que si su madre estaba ahí, era porque su padre estaba de igual modo.

- ¿Diga? - respondió al teléfono del hotel.
- Buenos días señor Kim, tiene una visita.
- ¿Visita? - pregunto sentandose en la misma - ¿De quién?
- No me quiere dar su nombre. ¿Le digo que se retire?

Jin se quedó callado por unos segundos, podría ser una emergencia, ¿y si era alguno de sus hermanos?

- Dígale que me espere en el ovi.
- Si señor.- se apresuro a levantarse, lavar sus dientes y cambiar de ropa, sea quien sea no podía hacerlo esperar.

Una vez que estuvo vestido lo más descente, bajo deprisa, llegando al ovi, buscando con la mirada a sus hermanos o a alguien que conociera, pero no había nadie, por lo que estaba dispuesto a regresar a su cuarto.
- Realmente - escucho decir a una voz - eres tú - el hombre relajo sus hombros por la voz a sus espaldas, girando su cabeza lentamente, hasta poder verla - creí que eras producto de mi imaginación... Pero enserio eres tú.

Jin no sabía que decir, como actuar, era algo que no tenía planeado .

- Hola cielo - le dijo tratando de contener su emoción.
- Hola mamá - le respondió - o quizá deba decirte por tu nombre; te quedó muy grande el título, ¿no crees Seojin?

La mujer borró su felicidad, y Jin se dió cuenta de que había sidó algo dura con ella.
- Perdón.
- Está bien - le dijo - me lo merezco después de todo.
- ¿Cómo sabías dónde estaba?
- Le encargue a mi asistente que te buscará. No fue muy difícil.

Se quedaron un segundo en silencio, y el que estuviera resentido con ella, no significaba que sería descortez.

- Vamos a mi habitación, será mejor hablar ahí.
- Claro - el muchacho camino antes siendo seguido por la mujer, en un silencio abrupto, hasta que llegaron al cuarto, dónde Jin le abrió la puerta dejándola pasar antes, para después pasar el.
- Toma asiento. - la mujer asintio, y se sentó en la silla junto a una mesita, mientras Jin se sentaba en la orilla de su cama.

- Vives bien, como para pagar un lugar de esta talla.
- Trabajo en una biblioteca, o era así hasta que vine aquí.- respondió el.
- ¿Te despidieron?
- Renuncie - respondió - abandone Corea para pensar, pero, parece que no importa a donde vaya, siempre abra alguien que me recuerde la persona tan infeliz que soy.- la mujer solo bajo la cabeza - parte del dinero que traigo conmigo.. - hablo ganando atención - es gracias a lo que mis hermanos me dan y nos repartimos para que nada nos falte.
- Tus hermanos ~ - susurro ella.
- Así es. Debo suponer, que no sabes nada de ellos.
- La verdad no ~ de ninguno.
- Muy bien - dijo Jin, levantándose para sentarse cerca de la mujer en otra silla. - Namjoon es abogado, tiene un hijo de 18 años que se llama Jungkook.

- Soy abuela ~ - susurro.
- Si. Recientemente se divorcio de su esposa por ~ - justo cuando estaba por abrirse, decidió callar - problemas. No encajaban. Es un muchacho extraordinario - le dijo - es un ser genuino, lindo, atento...es la clase de persona que necesitas en tu vida para saber que es vivir.
- ¿Jungkook? - pregunto para estar segura.
- Taehyung escogió su nombre - dijo mirando a un punto del suelo.
- Taehyung..~ ¿Cómo está? - pregunto ilusionada, pues no lo vio crecer; mínimo de sus otros dos hijos logro verlos hasta cierta edad madura sabiendo como crecerían, pero de Tae, no vio absolutamente nada.

Jin sonrió, el como ahora le importaba le causaba risa .

- Si lo vieras ahora... Dirías que no es el niño al que abandonaste - otra vez el silencio reino - perdona que lo remarque mucho.
- Se que no puedes evitarlo - le confesó - pero el que lo digas de ese modo duele Jin.
- ¿Te duele? - pregunto serio - ¿Y no te dolió dejar a tres niños indefensos que pudieron haber muerto sin ti?
- Ya tenías la edad suficiente para entender ...- intento excusarse.
- ¡Dejé mi vida para ver por la de ellos! - le gritó, levantándose y empujando la silla - ¿Sabes acaso el infierno que he vivido desde ese día, Seojin?
- Viven como reyes - dijo mirándolo desde abajo.
- ¡Me acosté con mi propio hermano!

HOUSE OF CARDS : SagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora