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Gracias a la gran astucia tecnológica que Seulgi poseía, las invitaciones de la boda habían quedado listas durante la noche, pues la chica se dejaba llevar mucho por su emocion, asi que no durmio a causa de eso, pero su gran amigo Jungkook lo valía.
- ¡Están listas! - realmente la chcia tenia una linda voz, pues entono muy bien esa pequeña oración, haciendo sonreír a Jungkook, que estaba en su mesabanco, leyendo los nombres de las personas a las que les daría la invitación.
- Seulgi, ¿no pudiste dejarlo para después?
- Dejame pensar mmmmmmm, noup, oye vamos, es tu boda, ¿sabes lo que significa?
- Tengo una idea de lo que es.
- Significa amor eterno, tu y Taehyung lo que resta por sus vidas, ¡serán uno solo! - vaya que su amiga era una persona enérgica. En eso, las personas con las que no contaba llegaron.
- Hola bonito - Taehyung y Jin, ¿que hacian ahi?
- Los llame para apresurar la entrega de invitaciones, así que ellos ayudaran, ademas, Taehyung dijo que queria darle la invitacion personalmente al maestro, parece que entablaron una buena amistad.- Jungkook miro a Taehyung, y este solo sonrió; vaya que era una bella persona, era agradecido, era humilde, pensaba siempre en los demás, ¿cuando pensaria una vez en el?
- Entonces yo se la quiero entregar también - el menor se puso de pie y entrelazo sus manos, obteniendo una bella mirada por parte de su tio; ¿porque no simplemente lo podia ver de una manera menos dolorosa? esa pregunta lo consumía, pero ¿como no mirarlo? si es el paraíso mas bello que su padre pudo regalarle, Taehyung había sido su regalo desde hace muchos años atrás. Jungkook y Taehyung dejaron a Jin y a Seulgi para poder encontrar a Chanyeol antes de que la clase fuese impartida, y para su suerte, estaba justo en el pasillo poniendo una lista con los nombres de alumnos, que tendrán la oportunidad de trabajar con el.
- Chanyeol - dijo amigablemente Taehyung con Jungkook colgando de su mano.
- ¡Ohe Taehyung! que gusto verte, ¿como estas?
- Bien gracias; veras, antes de que entres a tu salón, Jungkookie y yo queríamos darte esto.

- ¡Ohe Taehyung! que gusto verte, ¿como estas?- Bien gracias; veras, antes de que entres a tu salón, Jungkookie y yo queríamos darte esto

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- Son las invitaciones para... nuestra boda, profesor, me gustaría que usted estuviera ahí; me ayudo mucho con mi relación con Taehyung, y quiero que este en primer fila ese día. - Chanyeol se llevo la mano a la boca, tratando de ocultar su sorpresa, pero era imposible.
- Oh por Dios jaja.. voy a llorar... - el hombre con un pañuelo que colgaba de su traje, limpio unas lagrimas pequeñas que no pudo ocultar. - No saben lo feliz que me haría poder asistir, y no me perderé esa boda por nada. Gracias.
- Es la proxima semana, asi que tienes tiempo de comprar un traje decente ademas de tus harapos de medico - los tres rieron, y Taehyung quiso estrechar su mano, lo cual no le fue negado, pues consigo también adquirió un abrazo, que su pecho no podía soportar, todo parecía tan irreal, tan mágico, tanto que dolía. - Gracias.
- No hay de que. - ambos se sonrieron, mientras sus manos seguían enlazadas por esa estrechada de una buena amistad que se había formado.

- Gracias por venir a ayudarme con las invitaciones. - ambos salieron de la escuela, camino al estacionamiento, pues Taehyung tenia que ir a la galería, tenia que volver a su trabajo luego de unas amplias vacaciones donde Jimin y Yoongi se hicieron cargo de ella.
- También es mi boda, debo cooperar y no solo ser un niño bonito ante los ojos de los demás; pensé que las entregarias mañana, pero Seulgi dijo que debía entregarlas hoy, así que henos aquí.- Jungkook acaricio su mejilla, y luego dejo un beso en ella.
- ¿Tomaste tu pastilla? -La había olvidado, Taehyung realmente la había olvidado, pero era su primera vez, así que no importaba; mirando a su mayor con suma dulzura, con tanto amor, con tanta devoción: era arte. Taehyung era arte, desde el momento en que Jungkook lo vio por primera vez al nacer, desde la primera vez que Namjoon le dijo "el es tu tio Taehyung, y el va a cuidar de ti siempre", desde el primer momento que Dios supo, que ellos debían permanecer juntos pasara lo que pasara; Taehyung era arte desde que sus abuelos lo concedieron y llamaron hijo.- No tienes ni la menor idea de cua persona afortunada me siento de ser yo quien te vaya a desposar pronto... de ser yo quien a partir de la próxima semana sea dueño de todo tu ser...
- Ya eres dueño de todo mi ser Jungkookie...- Taehyung lo acerco a el, jalandolo de su cintura, y primero mirando y tocando su cara, lo contemplo, para luego besarlo, pero no, no era un beso con lujuria, con perversión, era un beso con el que podía tocar su alma, saber que necesitaba de el, que el había nacido para estar a su lado; ¿como Taehyung había podido ganar algo tan bello? no lo sabia, pero si Namjoon y Gwein ascendieron para acercarlos, agradece eso aunque sonara inhumano y cruel.

HOUSE OF CARDS : SagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora