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Jungkook al volver a casa, paso por la habitación de Taehyung, y le hubiese encantado pasar por ella, pero solo lo miro dormir plácidamente, tan tranquilo y en paz.
- Quiero hacer las cosas bien - susurro desde la entrada, viendo cómo el mayor se removía.
- Jungkookie~ te amo ~

Su pecho del menor dolió un poco, pero no lo suficiente haciéndolo sonreír, para después ir a su habitación y dedicarse a dormir. Mañana hablaría con el.

El primero en toda la familia en despertar fue Namjoon, encontrando un paquete en la puerta, era un sobre:

Para el señor Kim Namjoon.

Frunció el seño, y no tardó en abrirlo, sintiendo un agujero negro en su pecho.
- Demanda de divorcio..~ - leyó. Su mujer, realmente quería separarse de él definitivamente. Entonces camino de vuelta a su habitación, encontrando a su mujer levantándose, estirando su cuerpo. - ¿Puedo saber cuándo solicitaste la demanda?
- ¿Demanda? - pregunto ella, tomando el sobre de sus manos. "Jungkook", fue lo que penso, su hijo le estaba haciendo un favor.

Estaba algo desconcertada, pero aún no estaba segura de si debía dar aquel paso, pero su hijo le dió el empujón que necesitaba.
- Hace unas semanas - respondió dejando el papel en la cama, poniéndose una bata sobre la pijama - ya no quiero seguir atada a ti,de ninguna manera posible, Kim Namjoon.

Mientras tanto, Seokjin estaba en su habitación, charlando por celular con cierta jovencita, con quien llevaba rato hablando, haciéndose amigos, sin importar la diferencia de edad.
- Espero durmieras bien - dijo el, mirando a su techo con una sonrisa - ¿Te divertiste ayer?
- ¡Si! Los amigos de Taehyung realmente son buenos. Cuidan bien de nosotros. Me gustaría que fueras como nosotros. - lo último se escuchó en un tono apagado - pasas mucho tiempo en la galería.
- Estoy ayudando a mi hermano, además, tu te diviertes, y está bien Seulgi. No puedes esperar que viva mi vida como tú.
- Tienes razón...¿Podemos vernos hoy? No saldré con los chicos, tienen cosas que hacer.

El hombre sonrió verdaderamente enternecido por la chica.
- Me encantaria verte princesa.

Por otro lado, estaba Taehyung, quien se estaba despertando por la intromisión de los rayos de luz a su cuarto, sintiendo de la nada un peso grande caer en cu estómago.
- Buenos días dormilón - le saludo Jungkook, besando su mejilla haciéndolo sonreír.
- Hola hermoso - le dijo, acariciando su cabello - que hermosa sorpresa verte aquí..~ ¿No saldrás? - el menor negó.
- Tienen cosas que hacer, y tú y yo..- dijo besando cálidamente sus labios - también tenemos planes hoy.
- ¿A si? - pregunto sentándose debajo del menor, para abrazarlo por la cintura - ¿Que planes?
- Quiero que vayamos a un lugar. Tengo algo que decirte.
- ¿Y no puedes decirme ahora? - pregunto rodando sus labios.
- No.. debe ser especial.
- Está bien, desayunemos y vamos a dónde tú quieras. Niño hermoso ~ - entonces se abalanzó contra el menor, besando su cuello, haciéndolo reír con fuerza, para después lograr llegar a sus labios, y perderse en ellos por un rato.

Luego de ducharse y cambiarse, bajaron al comedor, y todo estaba muy tenso desde la perspectiva de Taehyung, pues  Namjoon solo jugaba con su comida, y Gwein mantenía la vista sobre un punto en el aire; no se podía quejar sobre Jin, pies estaba sonriendo, e incluso se había peinado dejando su frente descubierta, era como si fuese el mejor día de su vida.

- Buenos días - saludo Jungkook, mientras Taehyung le dedica un asiento, mientras su nana les servía el desayuno.
- ¿Todo en orden? - pregunto Taehyung.
- Si. ¿Saldrán? - pregunto Jin sin ocultar su emoción.
- Si. - contesto Tae - Jungkook quiere ir a un lugar, y ya que la galería está en toques finales, puedo aprovechar y pasar tiempo con el - menciono, tomando la ma o del menor, besando la superficie, haciéndolo sonrojar.- ¿Y tú?
- Tengo una cita - entonces todos los ojos cayeron sobre el mayor de los Kim, en especial los de Namjoon.
- ¿Cita? ¿Con quién?
- Con quién sea - le respondió Jin - no es de tu incumbencia.

- No peleen - hablo Jungkook - desayunemos en paz por una vez. - todos guardaron silencio a petición del menor, quien no paraba de ver a Taehyung. No quería quitarle esa sonrisa, y haría de todo por mantenerla. Una vez el desayuno termino, el primero en retirarse fue Jin, y Namjoon no tardó en seguirlo a la entrada antes de que saliera, tomándolo de la mano.

- Dime qué no es especial - le suplico - que solo es un pasatiempo.
- Basta Nam - se soltó de su agarre, y lo miro con dureza - ¿Que si es especial? ¿Acaso te importa?
- Me importa y mucho - respondió dolido - Jin yo te amo..~
- Eso debiste pensar antes de embarazar a Gwein. En cuanto yo te amaba y no te importo. - entonces abrió la puerta, y ambos hombres miraron a la chica que vestía un vestido negro, con una coleta, ganando una sonrisa por parte de Jin.

- Apenas iba a tocar - dijo ella - ¿Nos vamos?
- Te vez preciosa - dijo sin cuidado alguno el mayor.
- ¿Seulgi? - pregunto Namjoon.
- Oh, buenos días señor Kim - saludo haciendo una reverencia - ¿Cómo está su esposa?
- Ella está bien - le dijo Jin - vámonos, se nos irá el día más rápido si tardamos más.

El corazón de Namjoon se encogió al ver cómo esa niña había hecho brillar los ojos de su hermano, justo de la manera en que lo hacía con el.
- En cuánto Tae y Jungkook se vayan, tu y yo vamos a hablar - dijo a sus espaldas Gwein.
- Te daré el divorcio - respondió dejando escapar una lágrima - sin trabas.

Luego de un rato, Taehyung y Jungkook se despidieron, saliendo de casa tomados de la mano; fueron al cine , a comer pizza y jugar en las juegos del lugar, y compartieron lo que estuvieron haciendo esas semanas lejos.

Para Taehyung, escuchar la manera en la que Jungkook hablaba de las cosas más mínimas, llenas de emoción, era música para sus oídos, verlo emocionado por el simple hecho de haber jugado al rededor de una fogata... No tenía precio esa sonrisa.

- ¿Porque querías venir aquí? - le pregunto, llegando al lugar al que una vez fueron, el mismo que se asemejaba a su lugar favorito en Nueva Zelanda.
- Quiero que esto sea especial - respondió Jungkook, tomando con más fuerza su mano, haciéndolo reír - párate aquí - entonces lo hizo, junto al risco.

- Yo debo proponerte matrimonio, no me quites ese gusto - dijo bromeando Taehyung.
- Taehyung, te amo. - el corazón del mayor dió un vuelco henorme.

Lo amaba. Realmente se amaban.

- Yo también te amo..~ - dijo acariciando su mejilla, mientras sostenía su mano con la otra, terminando la distancia entre ellos, sintiendo como Jungkook sonreía, haciéndolo sonreír a él también.
- Terminemos nuestra relación.

El mayor rio por unos segundos, jugando con sus manos.

- Que buen chiste - dijo, para verlo, y notar que este no se reía - es un chiste - afirmo - Jungkook para ser un chiste es de muy mal gusto.- entonces lo soltó, viéndolo seriamente.
- Me di cuenta..~. - comenzó a hablar el menor, sin apartar su vista de Taehyung - de muchas cosas estás dos semanas lejos de ti.

Taehyung no entendía, ¿en qué momento todo se volvió tan sombrío?

- Yo no veo cambios entre nosotros, se siente normal estés conmigo o no, porque se...- entonces lo tomo de ambas manos - se que seguirás ahí de todos modos, como mi pareja, o mi familia.
- ¿Acaso perdiste la cabeza? - más que dolido, estaba colérico, por lo que lo tomo de los hombros, viéndolo directamente - ¿Te dijeron algo los chicos? ¿Te hicieron sentir mal? ¿Que fue?
- No es nada de eso - respondió sereno - ¿No extrañas a Alex?

Ahí estaba el problema.

- ¿Shin Hye te hablo de el?
- No directamente. Yo la entendí.
- Y según tu, que fue lo que entendiste.
- Que no puedo seguir siendo egoísta - Taehyung no lo reconocía - quiero que estés con ella, que se casen y tengan un hijo, que tengas a Alex.
- No digas idioteces - entonces le dió la espalda - Alex no va a llegar.
- Y sabes porque, porque no te has alejado de mi - camino detrás de el, y lo obligó a verlo. - a mí me da lo mismo si estás conmigo o no Taehyung..

"Lo mismo"

- Tienes que ver a tu hijo. - dicho eso, el mayor solo comenzó a caminar, a lo que Jungkook intento detenerlo, pero salió al revés, ya que al tomarlo de la mano, el mayor lo señalo.
- Está - dijo con lágrimas en los ojos - es la última vez que te ruego. Y es la última vez que me lastimas de este modo.

Entonces lo dejo solo en el lugar, caminando con dos ríos cayendo de sus ojos. El destino había ganado, pero, ¿a qué costo?

HOUSE OF CARDS : SagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora