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Una mañana algo nublada, normal para Seojin como era de costumbre desde que se había alejado de sus hijos, y una extraña para los Kim, pues siempre estaban rodeados del sol alegrando sus días, comenzó con una caminata de la mujer por los jardines, respirando el aire frío que la hacía despertar a la fuerza, mientras pensaba en todo lo que queriendo o no tenía, pero que gracias a la avaricia de un hombre, perdió.

El invierno comenzaba a llegar, y lo sentía, y con ello una ola de malas vibras que siempre Namjoon le provocaba con su sola existencia.

- Buenos días - la saludo Taehyung, abrazándola por la espalda, mientras ella abrazaba los brazos que la rodeaban, sonriendo.
- Hola mi cielo. ¿Dormiste bien?
- Claro que sí mamá, ¿y tú? - entonces la mujer se giró y miro de frente a su hijo, y en ese instante miro algo como si fuese una señal.

Fue una imagen repentina de Taehyung con una mancha roja en una camisa, justo donde el corazón reposaba.

- ¿Mamá? - la llamo volviendola a la realidad - ¿Estás bien? - Seojin respiro y sonrió restándole importancia.
- Si cielo, perdón, aún sigo algo dormida.
- Menos mal. Vamos adentro, está haciendo mucho frío - la mujer colgó de su brazo, y caminaron a la casa donde estaban los demás, listos para desayunar. Al entrar, Taehyung se soltó de su madre y corrió hacia Jungkook, quien apenas bajaba las escaleras, pues aún estaba dormido.

La mujer no quitó su vista de la joven pareja, y ver cómo su hijo sonreía por aquel niño, era algo magnífico. Era como ver al angel blanco cuidar al menor del angel negro que estaba del otro lado de la sala, su esposo.

- El desayuno está listo - menciono Yerim, a lo que todos se acercaron; de primer lugar, Namjoon le extendió la silla a Jin, mientras esté sonreía, para esperar a que su amado se sentará a su lado; luego estaban Taehyung y Jungkook, quienes se sentaron uno a cada lado de Alexander, como si fuesen sus padres; y por último en la cabeza de la mesa el señor Kim.
- Sientate mujer - le hablo a su esposa, esperando a que se sentará a su lado, pero está se fue al otro lado de la mesa, teniéndolo de frente.
- Mamá - hablo Jin mirando a Yerim - siéntate con nosotros.
- Tengo cosas que hacer cielo.- le dijo con una sonrisa.
- Ella come en la cocina - dijo su padre.
- Ella come donde nosotros, siempre ha Sido así - respondió Namjoon - mi nana jamás ha Sido tratada como parte del servicio. Ya deberías haberlo notado padre.

Al no haber otra contestación, Seokjin añadió otra silla poniéndola junto a el, quedando entre su amado y su madre.

- Antes de que lo olvide - hablo Taehyung cuando estaba por comer como el resto - la exposición inicial de la galería es mañana. Espero que ninguno tenga inconveniente en asistir. Significaría mucho para mí.

Nadie comento nada, pero el señor Kim no podía desperdiciar ello, mirando con los ojos brillosos a su hijo.
- Magnífico - todos lo vieron extraño - repente estupendo. Estaríamos encantados hijo, el arte es siempre el pilar en la vida de alguien. Nuestra galería será la más maravillosa de todo Seul.
- Padre - hablo Jin - la galería es de Taehyung, no la que tienes en Grecia.

Incómodo.

- Ya lo se - hablo actuando normal - solo que no les había dicho, que pienso seriamente en que su hermano y yo, nos fusionemos. Sería un imperio artístico.
- ¿Cómo? - pregunto Jungkook viendo a su abuelo.
- No me comentaste nada de eso - hablo Seojin.
- Pero si la galería apenas será visualizada en el medio - añadió Namjoon - no sabemos si tendrá la atención que merece.
- Claro que la tendrá - canturreo el señor - es la galería de Kim Taehyung, hijo de Kim Namjoon. Su arte, vale millones.
- Me halagas papá - confeso el menor de los hermanos Kim - pero... - continuo tomando la mano de Jungkook - Vantiart , es un regalo para Jungkook y Alex, es para ellos que será abierta. Es su patrimonio .

HOUSE OF CARDS : SagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora