Capitulo 1

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Voy de camino a mi primera cita con el ginecólogo, seguramente es un hombre de cuarenta y tantos años, que asco no quiero que un hombre me mire ahí... pero mi madre decía "tienes que ir Lauren es normal, te tienen que revisar" y bla bla bla. Toda su vida se la ha pasado trabajando desde que mi padre nos abandonó y hasta ahora es que se preocupa por mí.

Pues bien, aquí estoy en la sala de espera, con un ataque de nervios y mi madre como siempre pegada a su teléfono arreglando algunos de sus negocios de la empresa de mi abuelo. Por fin cuelga el teléfono y se acerca a mí.

   -Hija tengo que marcharme – me dice ella tranquilamente.

   - ¿Qué? – le grité. ¿Iba a dejarme sola con un viejo asqueroso?

   -Cariño surgió algo en la empresa y tengo que ir – me dio un beso en la mejilla y se fue directa al ascensor.

   -Pero... ¿Y si ese hombre me quiere violar? – le pregunté para ver si cabía la posibilidad de que no me abandonara. Ella se detuvo y se giró.

   -Tranquila el doctor no es viejo tiene 35 años y no hará nada, además él es de confianza me lo recomendó una amiga – dijo mientras mandaba un mensaje y se dirigía nuevamente al ascensor.

Claro como si eso me fuera a calmar, es mi primera cita con el ginecólogo y me abandona, si... que gran madre tengo (¿Se nota el sarcasmo?).

Después de 15 minutos de espera dicen mi nombre y la secretaria del doctor Stan me conduce a su consultorio mientras yo voy rezando todo lo que me sabia para que no me toque un pedófilo.

Sebastian

   -Doctor Stan, aquí está la paciente de las cinco – menciono Alice mi secretaria.

   -Que pase – le respondí sin quitar mi vista de mi ordenador. Cuando por fin levante la vista me quede embobado al ver a mi paciente y no pude evitar imaginarla de bajo de mi o cabalgándome y gimiéndome o más bien gritando mi nombre. La seguí con la mirada en el pequeño trayecto que había entre mi escritorio y la puerta, pensando si esos bonitos pechos cabrían en mis manos. Dios tenia tantas ganas de quitarle esa falda, romperle sus braguitas y hacerla mía en mi escritorio tan fuerte que no caminaría en unos días. Pero ese pensamiento se esfumo, tocio falsamente.

   -Buenas tardes soy el Doctor Sebastian Stan – me presente educadamente - dime ¿cuál es tu problema? – Dio un suspiro antes de hablar haciendo que su pecho se inflara y me diera una mejor vista de sus pechos y por consecuencia que mi erección creciera más.

    -Hola me llamo Lauren Morrison, bueno yo no tengo ningún problema lo que pasa es que mi madre me trajo solo para que me revisara – dijo un poco nerviosa.

Le hice unas cuantas preguntas de rutina para su historial médico y después la hice pasar a una habitación para que se cambiara por una bata y la pudiera revisar. Pero la verdad es que ya quería ver su feminidad. Cuando estuvo lista revise primero los pechos para comprobar que todo estuviera en orden. Empecé con el derecho y lo comencé a tocar, era tan suave y si, encajaba perfectamente en mi mano. No me resistí y le pellizqué su pezón que se puso más duro de lo que ya estaba y ella dio un brinco de sorpresa y se puso roja, traté de tranquilizarla diciéndole que era algo de rutina. Hice lo mismo con su otro pecho y cuando terminé le dije que se acostara y que abriera sus piernas. Me senté enfrente de ella y casi se me cae la baba cuando veo su feminidad rosada y depilada. Quién lo diría, que se ve tan inocente y esta depilada seguramente ya no es virgen, eso me decepciono, pero de todas formas la quería en mi cama.

Con todo el autocontrol que tenía la revise normal pero justo cuando iba a terminar con la revisión...

Lauren

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora