Mi ginecólogo

Capitulo 3

Narrador omnisciente

A la mañana siguiente Lauren se encontraba en la casa de su mejor amiga Alexandra, ella era su mejor amiga desde que Lauren se mudó a ese barrio, las dos se llevaban muy bien, era una chica de cabello castaño oscuro que le llegaba un poco más bajo de los hombros, media 1,73 y tenía unos preciosos ojos azules además de un buen cuerpo bien formado y dotado.

Se encontraban en la sala tomando café, Alexandra le estaba contando a Lauren su nuevo encuentro sexual con su novio Chris Evans, quien era un exitoso abogado de 36 años.

- ¿A que no adivinas donde lo hicimos esta vez? – dijo Alexandra muy emocionada – tierra llamando a Lauren – chasqueo sus dedos en la cara de su amiga.

- ¿Si? – dijo Lauren.

-Sí, te estaba contando algo y tú no hacías caso – le reprocho.

-Perdón, pero estos días he estado un poco distraída.

- ¿Y se puede saber por qué? – pregunto curiosa su amiga.

-Pues... - suspiro y continuo – es que hace unos días mi madre me llevo a un ginecólogo para revisarme y cuando me estaba revisando me comenzó a tocar de una forma extraña que a mí me gusto y no pude detenerlo – dijo frustrada.

- ¿Y? ¿Qué tiene de malo? – pregunto Alexandra.

- ¿Enserio? – le respondió a su amiga – para empezar, él es mayor que yo, se supone que no debería hacer eso y yo debí evitar que siguiera, pero no se – se cubrió las manos a la cara – simplemente no pude, quería que siguiera y que nunca parara.

-Lauren, eso no tiene nada de malo – la abrazo su amiga – mira no sé qué tienes en contra de los hombres mayores, pero en lo personal son los mejores en todo y más en la cama. ¿Por qué no intentas tener algo con tu sexy doctor? – le aconsejo.

- ¿Estás loca? Yo no podría hacer eso jamás ¿recuerdas que soy virgen? – se separó de su amiga de un salto – además creo que el solo busca sexo y yo no quiero eso yo quiero tener un novio que sea guapo y cariñoso conmigo – dijo con una cara de soñadora.

-Lauren está bien que quieras eso, pero ¿no se te ha pasado por la cabeza meterte en su cama? – le dijo alzando las cejas.

-B... bueno, pero eso NUNCA pasará – dijo Lauren no muy convencida.

-Bien, como quieras solo esperemos que no caigas en la tentación de acostarte con tu ginecólogo – Alexandra sonrió.