Mi ginecólogo

Capitulo 27

Lauren

- ¿Qué? No yo jamás haría eso – les dije a los dos después de escuchar su propuesta – me niego a acostarme con los dos.

-Vamos preciosa será divertido – dijo Sebastian.

-No te hagas la difícil nena – yo fulmine con la mirada a Tom.

No entiendo como Sebastian me propuso eso, no me gusta la idea... bueno si me gustaría de hecho una vez fui yo la que le dije que me gustaría hacer un trio, pero no creí que él me trajera a uno de sus amigos.

-Te va a gustar, lo prometo – dijo Tom y me miro.

- ¡No, ya he dicho que no y es mi última palabra! – no lo iba a hacer aun que me dieran todo el dinero del mundo.

Cinco minutos después...

-Quítate Sebastian me toca a mí – Tom quito el miembro de Sebastian de mi boca y lo sustituyo con el suyo.

No entiendo cómo me convenció. Solo sentí como Tom me beso con pasión y cuando menos me di cuenta ya estábamos los tres en la habitación, desnudos y con el miembro de Sebastian en mi boca, mientras que con mi mano masturbaba a Tom. Ahora era al revés, mientras me comía a Tom, con mi mano masajeaba a Sebastian.

Esto era lo más excitante que pude haber hecho, fue una buena decisión. Seguía con mi trabajo, cuando de pronto siento como unas manos en muslos me acariciaban de arriba abajo lentamente. Me estaba volviendo loca con las caricias de estos hombres.

Me abrieron las piernas, unas manos se metieron en mi feminidad, en busca de mi clítoris. Dejé de chupar el miembro de Tom y no seguí masajeando a Sebastian. Bajé mi vista y vi que eran las manos de Tom.

Antes de que yo pensara algo, Tom me tomo de la cara y de un golpe se volvió a meter en mi boca, casi ahogándome.

-Mira Sebastian tu chica ya está lista – dijo y empezó a mover las caderas más rápido mientras tenía su miembro en mi boca.

- ¿Enserio? – sentí como la mano de Tom me movía sin control en mi clítoris y luego sentí la mano de Sebastian se unía a la suya – tienes razón ya casi esta lista – su mano solo tocaba mi entrada, de pronto me introdujo un dedo y grité como pude – perdón, pequeña se me resbalo un dedo – si claro se le resbalo un dedo.

Metió otros dedos de un golpe, estaba a punto de correrme y como no hacerlo, tenía las dos manos de estos hombres en mi feminidad uno masajeando mi clítoris y el otro me introducía sus dedos.

Saque el miembro de Tom de mi boca y lo masajeaba con mi otra mano pasa poder gemir a gusto. Los tres soltábamos gemidos sin parar. Tom se corrió sin previo aviso, después lo siguió Sebastian.

Yo estaba a punto de llegar al clímax cuando los dos quitan sus manos y yo proteste. Tom bajo su cabeza a mi feminidad y sin previo aviso sentí su lengua pasar por todos lados, mientras que Sebastian jugaba con mis pechos.

Me tumbe en la cama y deje que ellos hicieran su trabajo. Yo solo disfrutaba de las sensaciones que me causaban los dos.

Tom mordió mi clítoris, gemí, puse una de mis manos en su cabeza para que siguiera. Sebastian también me mordió un pezón, gemí, pasé mi mano a su cabeza para que tampoco se detuviera. Deje caer mi cabeza hacia atrás gimiendo como loca.

Sentí como dos dedos entraban en mí, después de tres, cuatro y cinco. Toda su mano. Me estaba volviendo loca, me correría pronto, lo sentía y así fue me corrí en la mano de Tom.

Cansada, cerré los ojos y trate de calmar mi respiración.