Capitulo 30

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Lauren

Me lo estaba pasando genial, esta era la segunda mejor noche de vida. La primera fue cuando Sebastian se llevó mi virginidad.

Después de salir del restaurante, me llevo a un edificio, en el cual iban los turistas a ver la ciudad, pero ya era tarde y seguramente estaba cerrado, no sé porque me llevaba allí. Pero me equivoque, en cuando llegamos un hombre nos estaba esperando.

-Sebastian... - me calle al darme cuenta - ¿has pagado para que estuviera abierto? – el solo asintió con una pequeña sonrisa – eres increíble Sebastian Stan.

-Todo sea por mi pequeña – dijo y yo me sonroje por cómo me lo había dicho – ven te daré la sorpresa arriba.

Nos metimos en el edificio, en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos arriba del todo. La vista era única mejor que la que teníamos en el restaurante. Me recargué en el barandal y me perdí en mis pensamientos. Sebastian me rodeaba la cintura con sus brazos y yo recargue mi cabeza en su hombro, aun admirando la vista.

-Mira el cielo – escuche como me susurraba. Subí mas mi vista esperando que algo pasara.

De repente puede ver como el cielo nocturno de New York estaba lleno de fuegos artificiales de varios colores. Me quede mirando maravillada. Hace mucho que no veía fuegos artificiales. Sebastian poso su barbilla en mi hombro y los dos contemplamos el cielo. Cuando creí que se había acabado, gire a ver a Sebastian quien me dedico una enorme sonrisa. Sabía que el había planeado eso y me encanto.

-Todavía no ha terminado – confundida, dirigí de nuevo mi mirada al cielo.

Una lagrima se me escapo, en cuanto vi que en el cielo se formaban las palabas "Te amo" con los fuegos artificiales en el cielo. No pude apartar mi vista del cielo hasta que se desvaneció dejando de nuevo el cielo oscuro.

Me gire para mirar a Sebastian, quien se había separado de mí, estaba parado con una sonrisa.

-Lauren, te amo – dijo – sé que nuestra relación empezó solo con sexo, pero me enamore de ti. Bueno más bien me enamoraste, con tu forma de ser, con cada mirada que dabas, con todo – yo estaba en shock – te amo y... - vi cómo se arrodillaba y sacaba algo de su bolsillo – quisiera saber si me arias el honor de ser la novia de este hombre mayor que tú, que promete amarte por siempre – saco una cajita con un anillo precioso.

Yo estaba llorando de la emoción y me quede muda quería decirle que sí, que también lo amaba. Pero no me salían las palabras de mi boca.

-Sebastian... yo... - apenas dije nada y vi como su rostro se volvia triste porque no decía nada.

-Lo he arruinado ¿verdad? Tu no me amas – dijo y se levantó – soy tan idiota a veces... entiendo que no quieras volver a verme y... - no lo deje terminar porque lo bese con amor.

Puse mis brazos en su cuello, mientras que mis manos jugaban con su perfecto cabello. Él tenía sus manos en mi cintura y se aseguraba de que no quedara ningún espacio entre nuestros cuerpos.

Con el corazón latiendo a mil (y gracias al oxigeno), me separe de sus cálidos labios y lo mire.

-Yo también te amo Sebastian – dije sonriendo – y sí, quiero ser tu novia.

Él no me respondió solo me volvió a besar, mientras que me elevaba por los aires y me daba vueltas.

Nos separamos y me puso el anillo que me había dado, me quedaba a la perfección.

-No sabes cuánto te amo Lauren – dijo mirándome a los ojos.

-No más que yo Sebastian Stan – los dos reímos.

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora