Capitulo 54

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Sebastian

-Por favor, Alexandra tienes que decirme a donde se marchó – le rogué por milésima vez.

-No te lo voy a decir – dijo molesta – le hiciste daño a mi amiga – dijo señalándome con el dedo.

-Te lo suplico, tengo que encontrarla – se me escaparon unas lágrimas.

-Vete de mi casa Sebastian, no quiero volver a verte en mi casa de nuevo – me regaño – si quieres ver a Chris puedes verlo en otro lado porque en mi casa no te quiero volver a ver.

-No lo entiendes, tengo que encontrarla – me arrodille – por favor por favor, tengo que arreglar las cosas con ella.

- ¡Vete! – me grito.

-No, hasta que me digas a donde fue, entiende que la quiero y... - no puede terminar la frase.

- ¿Qué la quieres? No me hagas reír, si la quisieras note hubieras acostado con Elizabeth – me grito y yo sé que me lo merecía – la humillaste justo en el día en el que ella se enteró de que...

-Sé que hice mal y lo reconozco – ahora más lagrimas salían de mis ojos – pero tengo que estar con ella porque la quiero y quiero estar junto a mi hijo – le dije y ella se quedó sorprendida.

- ¿Cómo sabes que ella está embarazada? – me pregunto.

-Me dejo unas cartas antes de irse – dije – por favor Alexandra dime donde está, no puedo dejarla sola en esto, la quiero conmigo y a nuestro hijo – parece que la convencí porque la vi dudosa.

-Dime, si tanto dices quererla ¿Por qué le hiciste tanto daño? – me pregunto mirándome.

-Por imbécil, Elizabeth me mostro un video donde aparecía Lauren y Alex manteniendo relaciones, pensé que me había engañado, que nunca me quiso y por eso quise "vengarme". Me encontró con Elizabeth en la cama y luego discutimos – suspiré recordando todo lo que le dije – le dije cosas dolorosas que jamás debí decirle – seguí llorando – después se fue y en cuanto lo hizo me arrepentí pero no la fui a buscar hasta el día siguiente para arreglar las cosas y fue cuando me dijeron que ya no vivía ahí – alce la cabeza para ver su rostro.

-Yo... - dijo, pero se detuvo porque yo seguí hablando.

-Luego Alex llego a mi casa contándome toda la verdad, que la mujer que aparecía en el video no era Lauren, leí las cartas que me dejo donde me confesaba que estaba embarazada y... - no pude seguir por la desesperación y la tristeza que sentía. Alexandra me levanto del suelo y me abrazo, llore en su hombro.

-Sebastian, lamento que terminaran las cosas así, pero yo no... - la volví a interrumpir.

-Te lo ruego dime donde está, en que parte de la ciudad se fue – dije desesperado separándome de su abrazo.

-No puedo decírtelo, lo siento – dijo – se lo prometí.

-Entiendo – dije aún más triste de lo que ya estaba – la buscare.

Camine hacia mi coche, formando un plan en mi mente. Buscar a Lauren por toda la ciudad, por todo el país, por todo el mundo si es necesario, pero la encontrare.

- ¡Sebastian! – me grito Alexandra antes de que me subiera a mi coche – solo te puedo decir que no está en el país. Lo siento.

-Gracias – le dije abrazándola – gracias, te prometo que arreglaré todo cuando la encuentre y no lo are más daño.

-Más te vale Sebastian, porque si no te matare – dijo riendo.

Me fui de su casa, con una pequeña sonrisa.

Estaba fuera del país, así era más difícil encontrarla, pero no me rendiría, la encontraría costara lo que costara.

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora