Capitulo 33

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Lauren

Estaba aburrida en mi habitación, ojalá Sebastian estuviera aquí conmigo. Pero sus vacaciones ya habían acabado y las mías estaba por terminar también, pero estaba nerviosa por regresar.

Hice mi examen para la beca y en cuanto regresara a la escuela me darían los resultados, ojalá que si pueda conseguirla porque enserio quiero ir a esa universidad.

En fin, decido salir un rato al centro comercial para distraerme un poco y la única forma de hacerlo es... comprando ropa. Necesitaba más ropa interior para enseñársela a Sebastian. Me reí por ese pensamiento, antes de que saliera de casa. Me despedí de mi madre, pero no de su pareja, Erick, me caía no sé por qué, pero simplemente hay algo que no me gusta de él.

Al llegar, me dedique a pasearme por todo el lugar. Echo de menos a Alexandra, cuando veníamos las dos juntas, pero ya casi no salíamos. Estaba ocupada buscando trabajo y ya no tenía tiempo para salir. Además, creo que todavía sigue molesta.

Todavía me acuerdo cuando se enteró de que Sebastian y yo habíamos tenido sexo por toda la casa y después de eso nos obligó a limpiar toda su casa, pero gracias a Sebastian no hicimos nada.

Me metí a una tienda de lencería sexy y me compré varios conjuntos pensando en la reacción de Sebastian en cuanto me viera.

Escucho el sonido de mi teléfono, sacándome de mis pensamientos. Era una llamada de Sebastian.

-Hola ¿Cómo está mi preciosa y sexy novia? – sonreí como tonta al escuchar su hermosa voz.

-Estoy bien, muy bien ¿y cómo está mi pervertido ginecólogo/novio? – escuche como se reía.

-Bien, con ganas de besarte – me dijo.

-Yo también Sebastian – le respondí.

-Voy a comer algo ahora ¿Qué te parece si luego nos vamos a donde quieras? – me pregunto y la verdad era que iría a donde él quisiera.

-Me parece perfecto, pero ¿no tienes que regresar a tu trabajo luego? – no quería que lo despidieran por estar faltando al trabajo por mi culpa.

-No pequeña, no pasa nada. Hoy no tengo a nadie que atender – dijo rápidamente.

-Bien, entonces genial – dije - ¿Qué te parece si nos vemos en el centro comercial y comemos aquí?

-De acuerdo, en cuanto salga nos vemos allí pequeña – me encantaba cuando me decía "pequeña" o "preciosa" con esa voz tan...

-Si claro, nos vemos – dije – te amo.

-Yo también te amo – dijo y colgó. Pagué la ropa y salí de la tienda.

Seguí un rato más dando vueltas, matando el tiempo, hasta que coche con alguien por lo distraída que estaba.

-Lo siento, no me he dado cuenta – escuche la voz de un chico – iba distraído – yo todavía no levante la mirada, porque estaba recogiendo las bolsas que se me habían caído y el desconocido me ayudo.

-No te preocupes fue un accidente – dije tranquilamente y por fin lo mire - ¡Alex! – le grite y el chico me miro con un rostro extraño al saber yo su nombre.

- ¡Lauren! – también grito y nos dimos un abrazo – te he echado de menos – dijo aun sin soltarme.

-Y yo a ti – le dije – ¿Cuándo volviste? – por fin nos separamos.

-Hace un mes – respondió sonriente.

- ¿Y no me avisas? – fingí que se me salía una lagrima – que mal amigo eres.

-Perdóname, te iba a avisar, pero quería que fuera sorpresa – como extrañaba a mi mejor amigo de la infancia.

-Bueno – dije y lo volví a abrazar. Llevaba tres años que no lo veía – no sabes cuantas cosas tengo que contarte – dije aun abrazándolo.

-Lauren – escuche que alguien decía mi nombre y no era Alex.

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora