Capitulo 58

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Lauren

Toda la semana estuve visitando a Sebastian, desde la mañana hasta que terminaban las visitas. Siempre le hablaba algo nuevo o le recordaba todas las cosas que hicimos desde que nos conocimos hasta que me engaño.

Pero estaba preocupada. En la universidad, pedí una semana de descanso para estar con mi "familiar enfermo" pero esa semana ya se estaba acabando.

Hoy era viernes y como he hecho toda la semana estoy en la habitación con Sebastian. Me puse a leerle un libro y cuando me aburrí de leer simplemente me quedé ahí junto a él.

Cinco meses después...

No puedo creer que ya han pasado cinco meses, Sebastian no despertaba y ya comenzaba a perder la esperanza de alguna vez lo hiciese. Pero sentía que el sí despertaría y de hecho a veces sueño con que el despertara y podremos formar la familia que siempre hemos querido.

Me estoy quedando en la casa de Alexandra y Chris, quien por cierto ya tuvo a su bebe... o más bien a sus bebes. ¡Tuvo trillizos! Dos niños y una niña. Chris y ella los llamaron Christian, William y Emma. Los dos estaban más que felices de tener a sus pequeños y hasta planean en tener más. Al parecer Chris quiere formar un equipo de futbol.

En fin, me quedo con ellos porque mi madre no me quiso dejar sola en la casa tanto tiempo y es que con mis seis meses de embarazo no quería que estuviera sola ni diez minutos.

Como ya casi se acerca el día del parto y ya casi no puedo hacer muchas cosas, ya que me canso más fácil, me dieron permiso de faltar a la universidad hasta que tenga a mi bebe.

-Hola mi amor ya estoy aquí como siempre – le dije a Sebastian, quien todavía no despertaba, me acerque y lo bese en los labios – te hecho tanto de menos – dije y me sente en la silla que estaba a un lado de la cama – sabes, hoy estoy mas animada que otros días – sonreí - ¿quieres saber porque? – suspire sin quitar mi sonrisa – pues ayer fui con el doctor y cariño... ¡vamos a tener oficialmente una niña! – dije sonriendo – vamos a ser unas papas de una preciosa niña y seguramente se parecerá a ti. Con tus increíbles ojos, espero que salga con tu sonrisa porque sabes que adoro tu sonrisa y tu cabello.

Me quede esperando que de la nada despertara y me besara. Como no pasaba nada me quede callada. Hasta que sentí como Juliet se movía.

-Sebastian mira – dije y me levanté para tomar su mano y posarla en mi vientre – nuestra pequeña se está moviendo – se me salieron unas lágrimas de felicidad – debe de estar feliz porque tiene a sus padres con ella – ahora ya estaba llorando de tristeza – por favor despierta mi amor, despierta para que no te pierdas como crece nuestra hija.

De nuevo no obtuve respuesta y me que ahí por unas cuantas horas.

-Bueno, Sebastian ya tengo que irme, nos vemos mañana mi amor – me acerque y le acaricie el cabello – despierta pronto te necesito conmigo – dije para después darle un beso en la frente y en los labios.

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora