Capitulo 26

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Lauren

Son las siete de la tarde, me pase todo el día en la escuela haciendo el puñetero papeleo para la universidad, estaba muy emocionada porque su me daban la beca podre ir a Francia a estudiar.

Parte de la tarde la pase con mi madre, quien me había invitado a comer y no me pude negar, aunque esta su novio, Erick, al fin se su nombre. Aunque no me cae bien porque cuando mi madre no miraba el me miraba raro y no me gustaba nada.

Después de comer, no pasamos a la sala para tomar un café y mi madre me dio la noticia de que se iban a casar. Yo tuve que fingir felicidad, la verdad ese hombre no es bueno para mi madre, pero si ella lo quiere no puedo hacer nada.

Al entrar en la casa de mi amiga lo primero que hago es buscar a Sebastian, y lo encuentro en la sala con alguien más, quien me daba la espalda.

-Lauren cariño, que bien que llegaste – dijo Sebastian levantándose del sofá y haciendo que el desconocido se girara – ven te quiero presentar a un amigo.

-Hola soy Tom Hiddleston – dijo dedicándome una perfecta sonrisa y estirando su mano.

-Hola yo soy Lauren – estreche mi mano con la de él.

Mientras lo hacía no pude inspeccionarlo de los pies a la cabeza. Era alto con el cabello claro, y ojos claros también. Era guapo muy guapo, pero no tanto como sebastian.

-Lauren, Tom ¿Por qué no os conocéis mientras voy por algo de beber? – se fue a la cocina dejándonos solos.

-Y dime Lauren ¿Cuántos años tienes? – siempre me preguntan eso.

-Tengo diecisiete años casi dieciocho – dije feliz - ¿y tú?

-Tengo treinta y siete – dijo sonriendo – ¿eres la novia de Sebastian?

- ¿Qué? No... solo somos amigos – dije y el rio - ¿Qué ocurre?

-Vamos, no soy tonto, Sebastian me ha contado todas las travesuras que hacéis – se volvió a reír. Yo estaba peor que un tomate.

¿Acaso le contaba todo lo que hacíamos a sus amigos? Ese pensamiento me alarmo.

-Listo, e traído un poco de vino – lo vi llegar con tres copas de vino.

-Gracias – fue lo único que dije para después tomarme todo el contenido de la copa de un solo sorbo.

-Tranquila pequeña – dijo Sebastian mientras que Tom se reía y me dedicaba una mirada pervertida.

-Bueno, te tenemos una proposición Lauren – sonrió. Algo se traían esos dos y creo que no me iba a gustar o tal vez ¿sí?...

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora