Capitulo 7

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Narrador Omnisciente

Llego el tan esperado sábado, Lauren estaba en su habitación haciendo una pequeña maleta para esta noche. Ya estaba arreglada con su vestido para la cena y debajo llevaba su lencería sexy. Quedaban cinco minutos para que Sebastian llegara por ella, se entretuvo haciendo su pequeña maleta en esos minutos. Cuando le llego un mensaje.

---Estoy afuera pequeña, ya puedes salir, deseo verte---

Con una sonrisa Lauren bajo con su mochila y se despidió de su madre, obviamente su madre no sabía nada, le dijo que se iba a ir de fiesta con Alexandra y que se quedaría con ella a dormir.

Al salir sintió el frio que hacía, pero se le quito al ver a Sebastian con su traje, recargado en su coche, estaba tan sexy, que no se contuvo y se le tiro encima para besarle. Sebastian le correspondió y la ayudo a subir a su coche.

- ¿Dónde cenaremos? – pregunto Lauren con una sonrisa.

-Es una sorpresa – en el camino todo estuvo en silencio, pero no era uno de esos silencios incomodos. Llegaron al restaurante.

Lauren se quedó asombrada al ver que el restaurante tenía una hermosa vista de la ciudad de New York, tomaron asiento y se pusieron a conversar.

-¿Te gusta? – Sebastian la interrumpio en sus pensamientos.

-Me encanta, las vistas son impresionantes – le dedico una sonrisa.

-Me alegro que te guste – tomo su mano y la beso – bueno ahora cuéntame de ti preciosa... porque solo se tu nombre y que eres perfectamente preciosa – Lauren rio.

-Pues no hay mucho que contar. Tengo diecisiete años, no tengo hermanos, solo tengo a mi madre, me gusta ver películas de terror, escuchar música y quisiera estudiar fotografía – dijo – ¿y tú?

-Oye ¿no me dijiste que querías estudiar para ser ginecóloga? – le reprocho.

-Bueno digamos que fue una pequeña mentira piadosa – soltó una pequeña risa – además quería una excusa para hablar contigo.

-Una niña mala – se calló por unos segundos – me gusta – dijo sonriendo y mirándola a los ojos – bueno, pues yo tengo treinta y cinco años, tengo dos hermanas y un hermano, tengo a mis padres, mi madre era pianista y mi padre dentista, me gusta también la música – dijo – y me gusta el sexo oral... - en cuanto lo dijo los dos se rieron.

Y así pasaron la cena entre risas y uno que otro piropo pervertido por parte de los dos. Antes de entrar al coche Sebastian la beso tan apasionadamente que les fue difícil separarse, pero lo hicieron por la falta de oxígeno. Sebastian condujo rápido a su casa, le abrió la puerta a Lauren. La llevo rápido a su casa, entraron y antes de que Lauren inspeccionara su casa con la mirada. Sebastian ya le estaba comiendo la boca a besos.

Sebastian

¡Ya no puedo más tengo que enterrarme en ella! Llevo toda la cena aguantándome. La bese y sin perder tiempo puse mis manos en sus nalgas estrujándoselo hasta que ella soltó un gemido en mi boca, baje mis manos hasta sus muslos, la tome en mis brazos haciendo que enrollara sus piernas en mi cintura y con eso hice que mi erección se clavara en su feminidad. Ambos soltamos un gemido. La llevé como pude a mi habitación sin dejar de besarnos. La puse delicadamente en mi cama, quería ir lento, así disfrutaría más, así que le quite los zapatos primero y comencé a repetirle besos en un pie para luego seguir con el otro, subí mis besos por una de sus piernas hasta que llegue a su muslo y me fui más lento cuando iba a su feminidad me quite y pude escuchar como bufaba, la levante, tome su vestido y comencé a quitárselo hasta que se quedó en ropa interior. Al ver lo que llevaba puesto debajo de ese vestido no pude evitar soltar un gemido.

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora