Lauren
- ¿Sebastian, donde me llevas? – llevaba conduciendo por lo menos unos veinte minutos y no me decía donde me llevaba.
-Es una sorpresa – me dijo sin quitar la vista del camino, pero si puso una mano en mi pierna y la comenzó a acariciar con cariño.
-Bien, pero si no me lo dices me enfadare – me cruce de brazos.
-Está bien, está bien pero aun así no te lo voy a decir – se rio y todavía no quitaba su mano.
Después de otros quince minutos llegamos a una tienda de... ¿tatuajes? ¿Qué hacíamos aquí? Bajamos del coche y Sebastian me tomo de la mano para conducirme dentro de la tienda.
- ¡Sebastian! – dijo un hombre – ¿te has decidido por fin?
-Hola Bob, pues puede que si – dijo – quiero que me hagas... - se acercó a Bob y yo me iba a sentar para esperar a Sebastian, pero él me tomo de la mano.
-Ven, quiero que veas esto y que te quede claro que te amo con todo mi corazón – dijo besándome en los labios y yo no comprendía lo que iba a hacer.
Pasamos a una sala y Sebastian se sentó inmediatamente. Tomé una silla que había y me puse a un lado de él y entrelazamos nuestras manos. Esperamos a que Bob, regresara con unos guantes y un aparato, creo que era para hacer los tatuajes.
Sebastian se soltó de mi mano y se quitó la camiseta. Me quede hipnotizada por su perfecto cuerpo. Todavía no me acostumbro a verlo sin camiseta sin que empiece a babear y que por mi mente pasen pensamientos pervertidos de todo lo que le aria en una cama o donde fuera.
Sebastian solo me miraba y fue ahí donde empezaron a tatuarlo.
Yo veía muy atenta lo que le estaban tatuando, pero la mano de Bob no me dejaba ver, entonces mejor me dedique a mirar a Sebastian, quien también me miraba sonriendo. De vez en cuando hacia una mueca de dolor y yo me preocupaba, pero el rápidamente cambiaba su cara por una sonrisa para tranquilizarme.
-Listo, terminamos – dijo Bob – os espero afuera.
-Gracias – dijo Sebastian.
Me miro y sonrió aún más y yo dirigí mi mirada a su tatuaje.
Abrí los ojos como platos al ver mi nombre tatuado en letras cursivas en su pecho, en la piel de Sebastian. No me salían las palabras. Ni podía quitar la mirada del tatuaje. Él se había tatuado mi nombre para que supiera que me amaba.
Aun mirando el tatuaje, sonreí y unas lágrimas se me salieron de los ojos.
-Sebastian... no sé qué decir – dije mirándolo a los ojos.
-Solo dime que te gusto mi sorpresa – dijo sentándose en la silla.
-Me encanta tu sorpresa Sebastian – dije y le di un beso cargado de mucha pasión – enserio gracias, no tenías porque...
-Si tenía, pequeña – me tomo la cara con sus manos y me beso de nuevo – te amo y eso nadie lo va a cambiar.
Sonriendo, los dos salimos de ahí y nos subimos de nuevo al coche.
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Mi ginecólogo
Fanfiction¡Vuestro Ginecólogo esta de vuelta! Voy a compartir esta novela !No es mia! esta es una adaptación que voy a hacer, @CamiCarratu y ella me dio el permiso para hacerlo, asi que no hay problema.