Mi ginecólogo

Capitulo 87

Lauren

-Sebastian... ¿me puedes responder? – insistió Sara rompiendo con el maravilloso momento.

-No puedo lo siento, llevare a mis princesas a comer – dijo mientras cargaba a Juliet entre sus brazos y a mí me tomaba de la mano.

-Bueno... tal vez otro di... - no la deje terminar.

-No creo que pueda otro día, estará ocupado conmigo, porque le daremos un hermanito a Juliet – le dije sin pensar y ella se quedó seria y se fue sin decir nada más.

- ¡Tendré un hermanito! – me grita Juliet y es cuando me doy cuenta de lo que dije. Tonta.

- ¿Enserio? – dice Sebastian y me mira con esa mirada lujuriosa – por mí no hay problema.

-No, cariño – le digo a Juliet – tal vez lo tengamos cielo, pero no es seguro.

-Pues yo quiero uno – dijo haciendo un puchero y Sebastian le dio un beso en el cachete haciendo que se riera.

-Bueno ¿Por qué mejor no nos vamos ya? Tengo hambre – les dije tratando de cambiar el tema.

-Vámonos – dice Juliet – pero papi ven, te quiero decir algo, pero sin que nos escuche mami.

-Claro vamos- veo como Juliet y él se alejan de mi para hablar unos momentos y después vuelven – cambio de planes – estoy a punto de preguntar, pero me interrumpen.

- ¡Es sorpresa! – me dicen los dos al mismo tiempo.

Pues nos subimos de nuevo al coche y Juliet nos empezó a decir cómo le fue en la escuela. Nos volvió a preguntar para cuándo traeríamos a su hermanito.

Bien echo Lauren sigue abriendo tu bocaza cuando no debes. Me regaño y durante todo el camino estuvimos diciéndole a Juliet que no tendría un hermanito. Bueno más bien yo porque Sebastian decía que si quería "fabricarle" un hermanito a su princesa.

Llegamos a una casa, pero no sabía que hacíamos aquí, además no sabía de quien era ni nada. Mire a Sebastian y el me sonrió. Bajamos sin decir nada y entramos en esa casa.

-Bienvenidas a mi casa señoritas – dijo Sebastian en cuanto abrió la puerta.

- ¿Es tu casa? – me sorprendí.

-Si ¿tiene algo de malo? – se rio.

-No, lo que pasa es que tú siempre fuiste un desastre en cuanto a la limpieza se trata – ahora yo fui la que me reí – pero bueno decirme ¿Qué hacemos aquí?

-Pues te vamos a cocinar mami – dijo feliz Juliet.

- ¡Oh, mi vida! – la tome en mis brazos y la bese.

-Bueno, vamos Juliet hay que ponernos a trabajar – le dice Sebastian.

- ¿Puedo veros? – no me quiero perder esto.

-Claro, vamos – me dijo Sebastian.

Todos nos dirigimos hacia la cocina. Me senté en un taburete mientras veía como los dos amores de mi vida cocinaban. Los observaba, daban un poco de risa los dos porque ninguno sabia cocinar así que yo les estaba dando instrucciones de cómo hacerlo.

Pero al final la comida se les quemo, más bien a Sebastian se le quemo por coquetear conmigo... así que decidimos mejor pedir una pizza. Toda la tarde la pasamos en su casa. Viendo películas y comiendo pizza.

Hasta que Juliet se durmió. Sebastian nos llevó a nuestra casa. Insistió en entrar y ayudarme con Juliet. Después se fue, pero no sin darme antes un beso de despedida. Vi cómo se iba y de pronto mi teléfono sonó. Era un mensaje de Matt.

Eso me recordó que tenía que hablar con él de la boda...