Capitulo 84

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Sebastian

Estaba a punto de hacerla mía de nuevo. Como echaba de menos entrar dentro de ella y hacerle el amor a mi mujer.

-Por favor dime no te has acostado con ese idiota – le dije, tengo que saberlo.

-No, tu eres el único – me dice y los dos sonreímos.

La bese antes de penetrarla, quería disfrutar de sus labios antes de que empezara lo bueno para dedicarme exclusivamente a ver su rostro en el momento en que la penetrara, quería ver su rostro.

- ¿Lauren? – no puede ser, ahora no - ¿Dónde estás cariño? – era...

-Matt – dijo susurrando Lauren – vístete – me dijo.

Nos separamos, de inmediato ella se cambió y trato de arreglarse el cabello para que no se viera tan despeinada. Yo en cambio no me moví así me iba a quedar para que ese idiota vea lo que estuvimos a punto de hacer.

- ¿Qué haces? Vístete – me regaño Lauren.

-Quiero que este idiota vea lo que ha interrumpido – le dije y me cruce de brazos.

-No, cámbiate por favor – me rogo susurrando.

- ¿Lauren, estas aquí? – se escucharon los pasos cerca.

- ¡Por favor! – suplico.

-Está bien – tomé mis cosas y me metí en una habitación y cuando entre vi que era un baño.

Me encerré para cambiarme, estaba muy molesto no llegue a hacer prácticamente nada, tenía que llegar ese Matt. Como lo odio. En lo que me cambiaba escuche como Lauren abría la puerta y escuche la conversación.

-Hola preciosa – dijo este tonto - ¿no me escuchaste llamarte?

-Hola Matt – apreté los puños en cuanto escuche como le llamo – no lo siento.

-Bueno no importa ¿Qué estabas haciendo? – pregunto.

-Yo... esta... estaba... - intenta hablar Lauren.

-Estaba conmigo – dije saliendo del baño cambiado, pero con el cabello revuelto.

- ¿Tu? ¿Qué haces aquí? – me grito – Dime Lauren ¿Qué hace este imbécil en tu trabajo? – Lauren no podía decir nada.

-Primero que nada, Matt, no le grites a Lauren – suspire, cálmate Sebastian, no lo mates – segundo Lauren me hizo el favor de tomarme unas fotos por que las necesito – le explique mi mentira y al parecer se calmó.

- ¿Es cierto eso Lauren? – le pregunto.

-Sí, exacto – me debe una esa mujer porque si por mi fuera le hubiera dicho a ese tonto que estuve a punto de hacer mía su novia.

-Yo... Lauren siento gritarte – le dijo para después tomarle las manos yo rodé los ojos – ¿Qué tal si te compenso con un buen almuerzo? – le dio una enorme sonrisa.

-No, lo siento, pero hoy iremos a comer los dos y Juliet – le digo sonriendo.

-Pero... - empieza a decir Matt, pero el sonido de un teléfono empieza a sonar y lo interrumpe.

-Es mi teléfono – dice Lauren y sale de la habitación.

-Escúchame imbécil, no te quiero volver a ver cerca de Lauren, ella es mi prometida – me dijo.

- ¿Y quién te crees que eres tú para evitar que este cerca de ella? – lo miro con cara de querer matarlo – ella, por si lo olvidabas, es la madre de mi hija, nuestra hija – lo tomo de su camisa – más bien el que se tiene que alejar de ella, eres tu – él se suelta de mi agarre.

-No lo creo, ella va ser mi esposa – me dice furioso.

-Ya lo veremos... - en eso entra Lauren.

-Tengo que irme Lauren, nos vemos – dice Matt, se acerca a ella y le da un beso. Casi me tiro encima.

-Yo también me tengo que ir, vendré por ti más tarde para pasar por Juliet – me acerco, le doy un beso en la boca y justo enfrente esta Matt – tu y yo tenemos algo pendiente – le digo en el oído y veo como Matt está a punto de golpearme por el beso.

Para evitar más problemas me voy con una enorme sonrisa al ver la cara de Matt.

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora