Mi ginecólogo

Capitulo 90

Sebastian

Mis labios y los suyos se vuelven a encontrar en una apasionado beso. Sus manos recorren todo mi cuerpo y yo hago lo mismo con el suyo. La necesito.

La vuelvo a recostar y le quito su ropa interior. Simplemente perfecta para mí. No dudo en atacar sus pechos con mis labios, me encanta estrujarlos con mis manos y pues los estrujo. Gime, siento como me toma de la cabeza para que no me separe de ella y no pienso hacerlo.

Con una de mis manos le abro las piernas. Mi mano pasa por su monte de venus y sé que está nerviosa. Paso mi boca a su otro pecho mientras que mi mano se posa sobre su ya húmedo feminidad. Hago que uno de mis dedos roce su clítoris y la oigo suspirar.

-Me encantas pequeña – le dijo. La beso y mi mano ataca su clítoris con rapidez. Ella gime en mi boca.

Pero rápidamente quito mi mano para remplazarla por mi boca. Sabía exactamente igual a como la recordaba. Pase varias veces mi lengua por su clítoris, cuando Lauren puso sus manos en mi cabeza para que me pegara más a ella.

No me resistí y le introduje tres dedos en su feminidad mientras me la comía con mi lengua. En la habitación solo se escuchaban sus gemidos y el sonido de cuando la succionaba. Así estuvimos por un rato hasta que se corre al fin, me tome todo lo que me daba.

Lauren me jalo del pelo para besar mis labios. Me recostó y bajo mi bóxer. Sabía lo que quería hacer, pero la detuve cuando...

-No preciosa hoy nos dedicaremos a ti – le digo, la beso y la vuelvo a recostar para ponerme entre sus piernas. Nuestros sexos se rozaban.

-Espera, quiero estar encima de ti – dice como una niña pequeña y no me puedo resistir a eso.

Besándonos dejo que se ponga encima de mí. Ella me sonreí en cuanto se endereza para sentarse en mí. Se inclina un poco, toma mi miembro entre sus manos y hace que roce mi miembro en su feminidad. Se me para el corazón en cuanto hace eso.

Antes de que le diga algo más. Se deja caer sobre mí y la penetro. Los dos soltamos un leve gemido. Joder.

Sigue cabalgándome. A veces da brincos. No creo que resista mucho así. con ella moviéndose tan desesperadamente y aparte con la excitante vista que tengo.

Sus pechos están votando por los movimientos bruscos que está dando. Como puedo me siento, ella no deja de moverse y yo dirijo mi boca a unos de sus pechos y los succiono con fuerza. Ella simplemente me abraza el cuello con sus brazos y deja caer la cabeza hacia atrás sin dejar de moverse todavía.

-Sebas... Sebastian... - gime en mi oreja - ¡Sí! – no aguante más y como está entre mis brazos la acuesto en la cama. Mis caderas empiezan a penetrarla sin piedad. Más fuerte y más duro.

-Lauren... córrete para mi... - le digo como puedo. Mis embestidas son cada vez más rápidas, ya quiero que se corra lo necesito y ella también.

Sin dejar de penetrarla, con ayuda de una de mis manos, pongo la palma en su clítoris y la muevo lo más rápido que puedo. Lauren grita y me araña la espalda.

Con cinco embestidas más ella se corre para después seguirla yo y correrme dentro de ella.

Cansado, me acuesto lentamente sobre los pechos de Lauren para no lastimarla y sin salirme de ella. Espero a que nuestras respiraciones se calmen un poco.

Salgo de mi pequeña Lauren, la beso en los labios, me corresponde el beso y me encanta que lo haga.

-Te amo – le digo una vez que ya estamos arropados en la cama y solo nos estamos mirando y acariciando el uno al otro. Un momento mágico para los dos.

-Te amo Sebastian – sonrió por como lo dice. Le doy un beso en la cabeza y la abrazo por la cintura para pegarla más a mí y así poder dormir en paz.