Lauren
Un mes. Un mes había pasado desde que Sebastian y yo somos pareja.
Estoy demasiado feliz, qué más puedo pedir. Tengo el mejor novio del mundo, hoy estábamos en el parque, uno muy lejos de mi casa para que mi madre no nos viera.
-Te amo – me dijo mi novio con una sonrisa.
-¡Que coincidencia! Yo también te am... - no pude continuar porque alguien me interrumpió y cuando me di la vuelta para ver quién era. Mi sonrisa se desvaneció.
- ¡Sebastian mi amor! ¿Dónde has estado? Te he estado llamando y no me contestabas – dijo Elizabeth con su horrible voz ignorándome por completo.
-Elizabeth ¿Qué fue lo que te dije? – le pregunto molesto – no te quiera volver a ver, así que lárgate – sonreí.
-Pero, si somos pareja, tonto – dijo aun con una sonrisa y mi paciencia se estaba acabando.
-No, no soy tu novio, no somos nada – dijo – no soy nada tuyo asi que ya deja de molestarme porque ya tengo novia – juro que se me paro el corazón en ese momento de felicidad.
-Si claro, yo – se acercó a él para besarlo, pero yo no la deje la jale de su cabello para que se alejara.
- ¡Eres una salvaje! – me grito porque todavía no le soltaba el cabello y yo solo reía - ¡suéltame! – la giré y vi como Sebastian se reía también.
-Eso es para que no te acerques a ¡mi novio! – le dije mirándola a la cara - ¿lo entiendes?
-No me hagas reír, estás loca – se acomodó el cabello y se acercó a mí – es obvio que Sebastian está jugando contigo porque solo... mírate eres una niña y el necesita a una mujer a su lado y esa soy yo – sonrió y la verdad es me sentí un poco mal por su comentario, pero no dejaría que eso me afectara – además seguramente que todavía eres virgen y...
-Para que lo sepas, yo la amo y ella es más mujer que tu – le dijo Sebastian y a Elizabeth se le borro la sonrisa de inmediato – así que amablemente te pido que marches y nos dejes en paz – dijo mientras me tomaba por la cintura y me acercaba a el.
- ¡Pero es una virgen! – dijo desesperada.
- No guapa no te equivoques, Sebastian me hace el amor cada noche – dije con una enorme sonrisa - ¿verdad cariño?
-Claro, todas las noches y a veces de día – dijo y yo me reí porque Elizabeth ya estaba furiosa – bueno, adiós Elizabeth – le guiñé un ojo y se fue muy furiosa.
En cuanto se fue Sebastian y a mí nos dio un ataque de risa.
-Eres la mejor novia del mundo ¿lo sabes? – dijo tomándome en sus brazos.
-Lo sé – le di un beso en el cachete.
-Vamos por un helado – dijo mientras caminábamos.
- ¡Si helados! – dije como una niña pequeña y escuché como se reía.
No quiero que esto acabe nunca.
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Mi ginecólogo
Fanfiction¡Vuestro Ginecólogo esta de vuelta! Voy a compartir esta novela !No es mia! esta es una adaptación que voy a hacer, @CamiCarratu y ella me dio el permiso para hacerlo, asi que no hay problema.