Capitulo 96

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Sebastian

Paso una semana y Lauren todavía no le dijo nada a Matt. De verdad me estaba preocupando, para distraerme me fui al gimnasio. Varias veces pensé en ir a hablar con Matt y decirle todo, pero Lauren me lo prohibía.

Estaba haciendo pesas con mis auriculares puestos, estaba tan distraído que no me di cuenta que mi amigo Anthony había llegado.

-Hola ¿me has dicho algo? – le pregunte con una sonrisa fingida.

-Te pregunte ¿Qué te ocurre? – dijo y se puso a un lado de mi para tomar unas pesas y empezó a con el ejercicio.

-Pues... - empecé a hablar cuando me interrumpió.

- ¿Lauren y su boda? – yo solo asentí con la cabeza - ¿todavía no ha cancelado la boda?

-No y me está dando miedo que al final se case con Matt y a mí me deje tirado – dije triste.

-Tal vez no ha cancelado la boda porque... - se quedó pensando en cómo animarme.

-Es inútil no encuentres una excusa – seguí moviendo la pesa de arriba abajo – ella ya no me quiere, ahora soy como su juguete sexual, solo eso.

-No digas tonterías – me regaño.

-Pero es que... joder ¿Por qué es tan difícil hacer una familia con Lauren y Juliet? Solo nosotros tres y nada más.

-Lo difícil siempre vale la pena – dijo sonriendo – ya verás que pronto se lo dirá y... ¡Joder! – grito cuando la pesa se le resbalo de las manos y callo en su pie. Yo me reí - ¡No te rías idiota!

-Pues yo no fui el tonto que dejo caer la pesa – sonrió – ¿no la sujetaste bien o qué? – le pregunte, pero no me estaba poniendo atención – te estoy hablando – nada él tenía la mirada puesta en un puesto fijo.

Me di la vuelta para ver de qué o quién se trataba. En cuanto lo hice supe la razón había una chica no muy lejos de nosotros haciendo ejercicio, era guapa lo admito. Anthony no dejaba de mirarla y no me hacía caso así que le eche un poco de agua en la cara.

- ¿Qué haces? – me grito y me reí.

-Perdona, pero no me hacías caso – le digo – no le quitas la mirada a la chica de ahí ¿Por qué no te acercas y le hablas? – después de diez minutos de estar animándolo fue hacia ella y yo nada más que me dedique a ver como hablaba con ella.

Observe a la chica, creo que la conocía de algún lado, pero no recuerdo de dónde. Aparte que solo le veo de perfil y no la identifico bien. Unos minutos después mi amigo regreso con una enorme sonrisa de tonto enamorado.

- ¿Así me veo yo cuando veo a Lauren? – me burlo.

-Sí, algo así – los dos nos reímos – tengo una cita con ella se llama Marian – dijo contento.

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora