Capitulo 94

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Lauren

- ¡Ya te dije que solo somos amigos! – le grite a Matt – no te tienes porque poner celoso de él.

-Pues sí, lo hago. Se supone que eres mi prometida – recalca la palabra "prometida" – y no puedes andar siempre pegada a Sebastian como si fuera tu novio o peor, tu amante.

-Escucha – suspiro y lo miro directamente a los ojos – Sebastian es solo un amigo y además es el padre de mi hija, no puedo apartarlo de la vida de Juliet porque eso no es para nada justo. No quiero que peleemos ¿Por qué no mejor me das una sonrisa? ¿nos vemos mañana para cenar con tu madre? – le digo abrazándolo para calmarlo.

Cuando me separo me mira y me sonríe. Se disculpa conmigo por haberme gritado, por la pelea y se va sin antes darme un beso. Veo desde la ventana de la sala como sale de la casa hacia su coche y se va. No puedo evitar dar un gran suspiro de frustración.

-Soy una imbécil en todos los sentidos – digo en voz alta y me dejo caer en el sillón.

-No lo eres, solo eres cobarde por no decirle que la boda se cancela – me dice Sebastian, quien sale del baño en bóxer.

-Lo sé y créeme que lo he intentado, pero no se lo puedo decir – vuelvo a suspirar y cierro los ojos recargando mi cabeza en el hombro de Sebastian.

-Así que... "solo amigos" – me dice después de un rato de silencio.

-Cállate idiota – rio en cuanto le digo eso.

-Pero que mal hablada eres "amiga" – sigue bromeando – tendré que lavártela bien.

-No, con jabón no – dramatizo yo aun riendo.

-No pensaba en jabón precisamente – dijo coqueto y yo me rio más fuerte – vamos "amiga" esa boca no puede quedarse ni un segundo más así.

- ¿Por qué presiento que me la vas a ensuciar más? – le digo mientras él me carga y nos vamos hacia mi habitación.

-No lo creo preciosa, además esta vez Matt no nos volverá a interrumpir te lo prometo – me dice una vez que llegamos a mi habitación – ahora si "amiga" del alma.

No puedo dejar de reír hasta que sus labios se ponen sobre los míos y los dos nos comemos a besos. Pasamos toda la mañana haciendo el amor por toda la casa y es que la verdad dudo que alguna vez me canse de hacer el amor con Sebastian.

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora