Capitulo 29

2.3K 96 0
                                    

Sebastian

Al llegar al restaurante, nos dieron la mejor mesa del restaurante. Se podía ver casi todo New York y la puesta de sol.

- ¿No se te hace raro que no haya nadie? – pregunto Lauren – es que solo estamos nosotros.

-No – dije de lo más normal – considerando que pagué al dueño del restaurante para que lo cerrara solo para nosotros.

- ¿Qué? – grito – Sebastian... no debiste... seguramente te has gastado una fortuna, no tienes por qué gastar tanto dinero en mi – dijo, pero la calle con un suave beso en los labios.

-Lauren, pequeña por ti gastaría hasta la última moneda que tengo – dije mirándola a los ojos – con tal de verte feliz – le sonreí y ella me sonrió.

-Gracias, aunque sigo pensando en que no debiste – dijo y los dos nos reímos.

Cenamos tranquilamente, la comida enserio estaba deliciosa. Vimos como el sol se ocultaba y las luces increíbles de New York se encendían alumbrando las calles. Era una vista espectacular. Seguimos cenando mientras conversábamos del día que nos conocimos.

- ¿Y qué fue lo que pensaste en cuanto me viste por primera vez? – me pregunto.

- ¿Te digo la verdad? – ella asintió con una sonrisa, me acerque a ella y le susurre en el oído – que era la chica más preciosa y sexy que había visto, además de que te quería hacer el amor en cuanto entraste a mi consultorio – escuche como se reía y giro el rostro para después besarme.

-Que coincidencia, yo pensé lo mismo – dijo con una sonrisa después de terminar con el beso.

- ¿Qué soy una chica preciosa y sexy? – ella se rio con ganas y yo me uní a ella.

-No tonto, que era el hombre más sexy que había visto – dijo y ahora yo le di un corto beso – además que también quería que me hicieras el amor en tu escritorio – dijo como una niña que quería hacer alguna travesura.

-Pues tal vez, algún día se te cumpla ese deseo – dije.

Terminamos de cenar y era la hora de darle la sorpresa. Estaba tan nervioso que ya estaba sudando. Me di una bofetada mentalmente y traté de controlarme. Salimos del restaurante y la lleve a...

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora