Capitulo 71

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Sebastian

Ella levanto su cabeza y me quede mirándola detenidamente. la niña se parecía un poco a mí, pero no le tome importancia. Ella sonrió y me tomo de la mano.

-Hola Sebastian yo me llamo Juliet – sonrió, pero sus ojos aún tenían lágrimas y se las quite con mis dedos.

-Bien, ahora que ya nos conocemos ¿Por qué llorabas? – le pregunte y me senté aun lado de ella.

-Es que... estaba jugando y de pronto vi una mariposa y me perdí – dijo y se puso a llorar de nuevo – no encuentro a mi mami.

-Ven aquí preciosa – la abrace – mira para que no estés triste te voy a ayudar a buscar a tu mamá ¿de acuerdo? – ella asintió contenta y los dos nos levantamos la tome de la mano para buscar a su madre.

Comenzamos a caminar y yo le preguntaba como era su madre y ella me la describía a la perfección. Seguimos caminando por todo el parque buscándola, pero no la encontrábamos y cuando me estaba angustiando por no encontrar su madre escuche como alguien venía detrás de nosotros gritando el nombre de Juliet.

Ella se liberó de mi mano y se fue corriendo hacia su madre. Fue una conmovedora escena. Ver como su madre la abrazaba mientras lloraba por el susto de su vida.

Me quede mirándolas hasta que me fije bien. Abrí los ojos como platos. Era Lauren. Que alguien me pellizque por favor debo de estar soñando. Entonces si ella era la madre de Juliet... eso quiere decir que esa pequeña era mi hija.

- ¿Lauren? – pregunte con lágrimas en los ojos. Ella levanto la vista para mirarme y se quedó congelada en cuanto me vio.

-Se... Sebastian ¿Qué haces aquí? – ella estaba cargando a Juliet, quien nos miraba curiosa.

-Mami, él es mi amigo Sebastian y me ha ayudado a encontrarte – le explico mi hija.

No me podía mover, tantos años buscándolas y ya las encontré. Juliet era una niña preciosa muy parecida a mí. Lauren estaba más guapa que nunca. Los tres nos quedamos en silencio y vi cómo le salían más lagrimas a Lauren.

- ¿Mami porque sigues llorando? – dijo la pequeña.

-Ella es... mi... - no podía terminar de hablar.

-Sí, es ella – me dijo Lauren.

- ¿Puedo tomarla en mis brazos? – le pregunte y espero que diga que sí.

-Claro, ven – los tres nos vamos acercando a un banco que está cerca.

- ¿Mami que ocurre? – habla mi niña.

-Mira cariño... - suspira y me mira - ¿recuerdas que me preguntaste por tu papá y yo te dije que habíamos perdido la comunicación y no sabía dónde estaba? – Juliet asiente con la cabeza sin comprender nada – pues ya lo encontré.

- ¿De verdad mami? ¿Dónde está? Quiero verlo – grito mi hija mientras sonreí.

-Pues... - se gira hacia a mí – cariño, el – me señala – Sebastian es tu papá.

Juliet se queda mirándome y por un segundo pienso que me va rechazar y que no me a aceptar como su padre. Pero esos pensamientos desaparecieron en cuanto ella se lanza para abrazarme por el cuello.

Llorando las sostengo en mis brazos. Al fin te tengo aquí mi pequeña. Sin soltarla me giro y veo que Lauren mira como me abrazo a mi hija y con mis labios le logro articular "gracias".

-Papi – me dice mi hija – te quiero mucho.

-Mi amor yo también te quiero mucho – le digo y le doy muchos besos en sus rosadas mejillas.

-Papi ven con nosotras a casa ¿sí? – me pregunta y hace una carita de cachorrito que no me niego.

-Claro que si hija – miro a Lauren – pero solo si tu mamá está de acuerdo.

Juliet mira a su madre con la misma carita y ella solo sonríe y asiente.

- ¡Si! Vamos tengo muchas cosas que preguntarte papi – estoy en el cielo sin duda.

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora