Capitulo 35

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Sebastian

Casi no veía a Lauren por sus clases, se la pasaba haciendo trabajos porque necesitaba buenas notas para la universidad. Yo la apoyaba en todo, pero hace una semana que no la veía y la echo de menos, además el otro día me entere de que Alex va a la misma escuela que Lauren y eso no me gustaba nada.

En fin, la hecho mucho de menos y es por eso que estoy afuera de su casa y para más específicos, debajo de su ventana. Me encontré unas piedras pequeñas en el suelo y comencé a tirarlas a su ventana, hasta que por fin apareció y yo sonreí como tonto al verla.

- ¿Sebastian? ¿Qué haces aquí? – pregunto sonriendo.

-Pues pasaba por aquí de casualidad y decidí venir a tu casa – le respondí.

-Claro por casualidad... - dijo riendo, como extrañaba su risa.

-Si ¿me vas a dejar pasar o dejaras que tu novio se congele aquí fuera? – pregunte mirándola desde abajo.

-Espera, te abriré la puerta – dijo.

-Tu madre me puede ver – le dije preocupado.

-No te preocupes ella no está, llegara más tarde – me sonrió y desapareció de su ventana. Me fui corriendo hacia la puerta y en cuanto me abrió la besé en los labios.

-Te he echado mucho de menos pequeña – le dije una vez que rompimos el beso.

-Yo también Sebastian – pego su frente a la mía y me volvió a besar – ven vamos a mi habitación.

Una vez en su habitación, mire cada rincón, siempre me imagine como seria. Estaba limpio, todo ordenado perfectamente y tenía un olor muy bueno a... ¿canela? Me senté en su cama.

- ¿Qué estabas haciendo? – le pregunte.

-Estudiaba, pero me canse – dijo sonriendo. Ella estaba enfrente de mí.

Después de que contestara a mi pregunta, ninguno de los dos volvió a hablar, yo me dedique a recorrer su perfecto cuerpo con la mirada.

Estaba vestida con unos mini shorts y una blusa de tirantes, sin sujetador.

Creo que mi rostro era de tonto, porque ella reía, se acercó a mí y se sentó encima de mi aplastando mi miembro.

- ¿Qué miras? – dijo en mi oído.

-Y... yo... - tartamudee – lo sexy que estas – escuche como se reía. Comenzó a mover sus caderas en círculos, suelto un leve gemido y puse mis manos en su trasero apretándolo. Nos miramos a los ojos y nos besamos.

¿Cómo pude aguantar una semana sin probar estos labios? Los dos nos comíamos la boca del otro, era excitante sentir como movía sus caderas durante el beso. Sin darme cuenta, los dos ya estábamos desnudos. Puse a mi "amigo" en su entrada la roce con él, la vi desesperada porque la hiciera mía que me dio un poco de risa ver como hacia muecas por no darle lo que quería.

Quería seguir torturándola por unos segundos más pero mi miembro se resbalo y acabe enterrándome en ella de un solo golpe. Le abrí las piernas, y comencé a moverme en ella de un solo golpe, comencé a moverme encima de ella. Dejo caer su cabeza y aproveche para hacerle un chupetón en el cuello. Espero que con eso mañana valla a la escuela y Alex lo vea.

Los dos estábamos a punto de corrernos. Pero me salí de ella, para poner una de sus piernas en mi hombro y la otra ponerla en mi cadera. Moviéndome más rápido, los dos gemíamos fuertemente. Nada importaba en este momento, solo éramos ella y yo.

Sentí como ella su feminidad apretaban mi miembro. Se correría lo sabía al igual que yo. aumente un poco más mis embestidas, pero esta vez, me hinque y puse su otro pie en mi hombro y no lo soltaría hasta que lleguemos los dos juntos al orgasmo.

- ¡Que es esto! – escuche como alguien gritaba. Inmediatamente, salí de Lauren y los dos nos giramos a ver quién era.

¡Era su madre! Estaba en la puerta con el su rostro serio y de querer matarme.

-Ma... mamá... y... yo... - dijo Lauren, quien se estaba cubriendo con las sabanas y yo hice lo mismo.

-¡Vestiros los dos! Os espero abajo – nos dijo a los dos para después salir azotando la puerta.

Los dos nos cambiamos rápidamente, sin hablar y bajamos. Llegamos a sala de estar y su madre nos estaba esperando sentada.

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora