Lauren
Sebastian esta tan guapo, todavía sigue siendo un hombre demasiado guapo. Todavía no entiendo como es que nos encontró ¿Cómo se enteró que vivía en Paris? Como sea, ahora ya estamos en mi casa y durante todo el camino Juliet no dejo de hablar con su padre... se sentía raro que Juliet le digiera papá a Sebastian y es que no estoy acostumbrada.
- ¿Cuántos años tienes papi? – otra pregunta por parte de Juliet - ¿en que trabajas? ¿Por qué no te vienes a vivir con nosotras? ¿me quieres?
-Juliet cariño, tranquila no lo agobies con tantas preguntas – le sonreí a mi hija y me levanté para ir a la cocina por el postre.
-Bueno, pues tengo treinta y ocho años, trabajo como ginecólogo, no puedo vivir aquí porque tu mami me tiene que dar su permiso y por supuesto que te quiero cariño – escuche desde la cocina como contestaba.
-Seguro que mi mami dice que si – en eso regreso con tres platos con una rebanada de pastel. Se los dejo en la mesa y me siento – mami ¿verdad que papi se puede quedar?
-Cariño lo siento, pero no – le dije.
-Pero ¿Por qué? – pregunto Juliet.
-Porque no – le conteste.
-Pero... - me miraba con tristeza.
-Juliet, no te preocupes preciosa te prometo que vendré a verte todos los días – dice Sebastian y le agradezco por un minuto que me salvara.
-Bueno – terminamos de comer el pastel y Juliet seguía con sus preguntas, se veía tan tierna. Ella y Sebastian. Padre e hija. Yo solo me dedique a estar callada y escuchar su conversación.
- ¿Me llevaras a la escuela? – le pregunto Juliet.
-Claro que si princesa – dice Sebastian y le da un beso en la cabeza – pero solo si tu mama está de acuerdo – Juliet se gira para mirarme y yo solo asiento con la cabeza.
- ¡Genial! Ya quiero ver la tonta de Vanessa vea que si tengo papá y muy guapo – dice sonriendo mi niña.
-Bueno princesa es hora de dormir – ya eran las diez de la noche y Juliet tenía que ir mañana a la escuela.
-Está bien, pero papi léeme un cuento por favor – ruega y Sebastian le dice que sí.
Los dos fueron a la habitación de Juliet, quiero llorar. Ver a Sebastian acostado con su hija, nuestra hija mientras le cuenta un cuento, se me parte el corazón. Me siento una mala persona por apartar a Sebastian de Juliet, aunque él me hizo daño no tenía derecho de separarlos.
Me dediqué a ver esa hermosa escena hasta que Juliet se quedó dormida en los brazos de Sebastian y le dije que lo esperaba en el salón. Ya era la hora de que habláramos seriamente.
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Mi ginecólogo
Fanfiction¡Vuestro Ginecólogo esta de vuelta! Voy a compartir esta novela !No es mia! esta es una adaptación que voy a hacer, @CamiCarratu y ella me dio el permiso para hacerlo, asi que no hay problema.