Capitulo 21

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Lauren

-Sebastian – una chica rubia que tenía kilos y kilos de maquillaje en todo su rostro, abrazo a "mi" Sebastian – ven vamos a bailar.

Se lo llevo casi arrastrándolo a la pista de baile, vi como bailaba... bueno, Sebastian bailaba, pero la chica rubia parecía una stripper. Pude ver como ver como Sebastian se giró para mirarme y con la mirada me pedía ayuda.

Estaba por ir a la pista de baile, pero unas manos me detuvieron. Me giré y vi que era Alexandra.

-Tranquila fiera, no quiero peleas con esa mujer – dijo.

-Pero, es que mírala como le baila... - dije - ¿Quién es?

-Es... mi prima – dijo triste.

- ¿Qué?... no me digas ¿esa es Elizabeth? – Alexandra me había contado que tenía una prima que se llamaba Elizabeth y que siempre le robaba los novios, era de lo peor - ¿Por qué la invitaste? – estaba demasiado molesta.

-Yo no la invite, solo invite a mi tía, pero ella apareció y ya no pude hacer nada. Además, yo también quiero que se marche – dijo enojada – se puso a coquetear con Chris en frente de mí, pero la mando lejos y se fue con otro hombre y ya no la vi más... hasta ahora.

-Ahora vuelvo – dije molesta.

-No quiero peleas – me advirtió.

-No prometo nada – le conteste. (Seguramente vosotras arias lo mismo en mi lugar...)

Me acerque a ellos.

-Disculpad ¿Sebastian podemos hablar? – pregunte calmada.

-Mira niña, él está conmigo, así que esfúmate – me contesto ella y con todo el autocontrol del mundo no la tome de los pelos y la arrastre por el suelo.

-Elizabeth, ya hemos bailado mucho, así que si me permites voy a bailar con Lauren – dijo y yo sonreí victoriosa. Ella se fue molesta a no sé dónde – Gracias, ya no la aguantaba más.

- ¿La conoces? – los dos nos pusimos a bailar.

-No, bueno si... es que soy su ginecólogo – eso me sintió como un balde de agua fría y deje de bailar – pero no te preocupes no he hecho nada con ella. Soy muy profesional en cuanto a mi trabajo – dijo y yo me reí como una loca.

-Así que conmigo fuiste muy poco profesional ¿no? – pase mis manos en su cuello.

-Bueno, es que tú eres la excepción preciosa – no me resistí y le di un beso, no me importo que mi madre o la gente nos viera ya llevaba todo el día sin probar sus labios. El me respondió y paso sus manos a mi cintura.

- ¡Atención a todas las solteras! ¡voy a lanzar el ramo! – la voz de Alexandra nos interrumpió y nos dejamos de besar – poneros todas en la pista de baile.

Sebastian se fue en cuanto vio que todas llegaban y yo me quede. A mi lado estaba Elizabeth, quien me miraba amenazadoramente y yo igual.

Alexandra se puso en posición y lanzo el ramo. Elizabeth me iba a empujar para tomar el ramo, pero fui más rápida y di un paso adelante haciendo que se callera al suelo y yo tomaba el ramo.

Sonreí victoriosa y vi como Sebastian que estaba aún lado de la pista me guiño un ojo.

Después de un rato la fiesta todavía seguía. Yo decidí caminar por la playa y Sebastian me hizo compañía. Los dos nos alejamos bastante de la fiesta hasta que llegamos a una parte de la playa que estaba desierta. Nos pusimos a jugar en la orilla como niños, de vez en cuando Sebastian me tomaba en sus brazos y me daba vueltas. Caímos cansados en la arena. Por un impulso me puse arriba de él y comenzamos a besarnos, poco a poco nos fuimos despojando de nuestra ropa hasta quedar desnudos.

Hicimos el amor en la playa de una manera especial bajo la luna y las estrellas.

Mi ginecólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora