Mi ginecólogo

Capitulo 74

Lauren

Una semana paso y Sebastian venia todos los días sin falta a pasar tiempo con Juliet y yo no me moleste para nada es su padre y tiene que recuperar todo el tiempo perdido con ella. Aunque siempre... siempre antes de irse me dice que me quiere o me roba un beso o me trae flores cuando llega.

Ya no sé qué hacer, he hablado con el que ya no quiero que siga así con esa actitud, pero solo me dice... "yo te quiero y no me rendiré hasta que seas mía de nuevo" y me mira con esa cara tan tierna que siempre medan ganas de comérmelo a besos, pero me contengo y luego sus ojos... esos ojos.

-Matt, tengo que decirte algo – al fin me arme de valor para decirle que Sebastian estaba en Paris. Espero que no reaccione de mala manera.

-Dime ¿Qué pasa cariño? – respira Lauren tu puedes.

- ¿Recuerdas a Sebastian? – dije y se le quito la sonrisa de la cara.

-Si – suspiro.

-Pues... hace una semana que nos encontró en el parque – le dije

- ¿Qué? ¿él está aquí y no me habías dicho nada? – sí, se molestó.

-Cálmate, la gente nos esta mirando – y no mentía la gente del restaurante se giraba para mirar "disimuladamente" – no te dije nada porque sabia que te pondrías así.

-Está bien, perdón – respiro varias veces - ¿Qué es lo que quiere? ¿no puede volver a New York?

-Vino a buscarnos, a mí y a Juliet... de hecho ahora mismo está con ella – le dije.

-No puede ser, no lo quiero cerca de ti – dijo celoso.

-Que celoso eres – me burlo.

-No estoy celoso... solo no quiero que este cerca de ti – me mira – que este con Juliet lo entiendo porque es su hija, pero tú no eres nada de él.

-Bueno, relájate – sonrió y espero a que él me sonreía para saber que todo está bien.

Comimos en paz después de esa conversación. Al terminar Matt me llevo a mi casa y se bajó del coche para llevarme hasta la puerta para despedirse de mí.

-Sana y salva – dijo sonriendo.

-Gracias caballero – me rei y antes de que alguno de los dos dijéramos algo se escuchó el ruido de una puerta de un coche cerrarse.

- ¡Mami! ¡Matt! – grito Juliet y corrió hacia nosotros.

-Hola preciosa – dijo Matt mientras cargaba a mi pequeña y le daba un beso en el cachete. Atrás de ella venia Sebastian con una sonrisa, pero en cuanto vio a Matt se le borro la sonrisa de inmediato.

-Hola soy Sebastian Stan el padre de Juliet – le dijo a Matt y le quito a Juliet de los brazos. Dios, tercera guerra mundial.

-Hola soy Matt Daddario el prometido de Lauren – dijo y vi como los dos se fulminaban con la mirada.

-Bueno, gracias por traer a Juliet , Sebastian nos vemos mañana – intente que las cosas se calmasen un poco.

-Si – dijo sin quitar la mirada de Matt.

-Mami ¿puedes hacer lasaña para cenar? – me pregunto Juliet.

-Claro cariño – le sonreí y la tomé en mis brazos.

- ¡Si! ¿puede venir papá también? - ¡oh no!

-Juliet... - empiezo a decir.

-¡Claro que sí! Me encantaría – dijo Sebastian, me giro y lo veo con una sonrisa.

-Tú también puedes venir Matt – dijo mi adorable e inocente hija.

-Claro pequeña me encantaría venir a cenar – le sonríe.

-Bueno, tengo que irme, nos vemos mañana mi amor – dice Sebastian y se acerca para darle un beso a Juliet y a mí me da un beso en la frente – nos vemos esta noche preciosa – dice y se va. Puedo escuchar como Matt gruñe cuando dice y hace eso.

-Yo también me voy cariño – se va y se despide con un beso para Juliet y uno para mí, pero el mío me lo da en los labios.

No me queda más que meterme en casa y rezar porque esta noche no se maten esos dos hombres. Le tengo que dar las gracias a mi pequeña por eso...