¡No quiero ser su padre! [YoonKook/YoonMin..?] FINALIZADA

Capítulo 60

Celoso

Yoongi: 23 años.
Jungkook: 9 años.

-están muy ricas- dijo Jungkook con una sonrisa comiendo los hot dogs que Yoongi había preparado.

Le habían pagado por adelantado a Yoongi y le había alcanzado para comprar algo más delicioso para su pequeño hijo.

-¿te gustaron?- el niño, con los cachetes inflados por la comida acumulada en ellos, le miró con ojos brillantes y felices asintiendo con la cabeza. -Me alegra- Yoongi igual le sonrió y revolvió el cabello.

Cuando terminó de preparar los 5 hot dogs restantes, los colocó en un plato y se sentó a comer junto al de 9 años.

"Hasta que podemos tener una comida más deliciosa" pensó el joven disfrutando de lo recién hecho. Poco a poco mejoraría, y llevaría comida decente a casa, pero un antojo no le hacía mal a nadie.

Hace menos de un mes, Seokjin les pidió que fueran al médico ambos padre e hijo. Alegaba que los veía muy delgados y pálidos, y aunque Yoongi le intentó explicar que ambos eran de complexión delgada y tez blanca (todo esto a modo de broma), el médico solo le miró mal y los "secuestró" para llevarlos a un chequeo médico.

Solo para aclarar, Seokjin no los atendía porque era pediatra, podría hacerlo con Jungkook pero prefería llevarlos con otro médico para no sugestionarse.

Ahí en el consultorio les dijeron lo que Jin se temía, ambos con un peso más bajo de lo normal, no era alarmante pero si continuaban así, empezarían a tener problemas de salud más adelante.

Decir que Seokjin no había regañado a Yoongi, era una mentira...

"Yoongi, por favor, somos familia, entre nosotros nos apoyamos...por favor si algún día sientes dificultades, háblanos a Nam y a mí"

Al joven le incomodaba la ayuda, pero Seokjin tenía razón, no de sangre pero eran en una familia, se tenían solo a ellos.

No era como que no les ayudaran, tan solo con el hecho de cuidar a Jungkook por las tardes y darles compañía, era una ayuda inmensa, pero Yoongi sentía que "pedir" por un apoyo, era malo para su orgullo.

"Puedo hacerlo solo, he podido hasta ahora, con la ayuda que me dan es más que suficiente" pensaba cada que recordaba esa pequeña charla con Seokjin.

-¡me encantan! ¡son muy ricas!- Jungkook lo sacó como siempre de sus pensamientos. Lo miró regresando a la realidad y sonrió.

-aish, come con orden, mocoso- lo regañó con una sonrisa y le pasó una servilleta para indicarle que se limpiara la boca.

A veces daba a entender que no le importaba su hijo, por no decir que siempre, pero en realidad no era así.

Yoongi tenía una especie de mala relación con él, pero no porque lo odiara. Los años le habían enseñado y obligado a hacerse más cercano al niño.

Sin embargo todavía no lograba, a pesar de tantos años, asimilar de idea de que era su hijo, suyo, de sangre. Tampoco era muy cariñoso y para nada era fanático del contacto físico o muestras de cariño por más mínimas que estas fueran.

Le temía de cierta forma a Jungkook.
Era un temor del tipo "no sé cómo tratarlo".
Para Yoongi, cubrir los gastos monetarios y mantener una alacena llena era lo que debía hacer para criar a un niño.

Sus padres le habían proveído de una casa, buena alimentación y objetos materiales. Nunca estaban en casa, y Yoongi a veces la pasaba muy solo...