Otra vez les fallé
Yoongi: 26 años.
Jungkook: 12 años.Después del incidente con Yoongi el día que colapsó, los adultos tuvieron una seria plática con el último mencionado y llegaron a un acuerdo sobre su salud física, concluyendo la plática con que no debía nunca más sobreexplotarse de ese modo.
Los meses pasaron rápidamente, como siempre en la vida, el tiempo transcurrió sin que le prestaran demasiada atención. Yoongi inició su nuevo empleo sin muchas complicaciones, y por supuesto, el menor de la casa llegó a la pubertad, ya no era un niño.
Y hablando de Jungkook, el chico quedó muy preocupado luego de la noche en la que Yoongi colapsó.
No hablaba ni decía ni un comentario, pero los mayores notaban cómo vigilaba cada movimiento y acción de su padre desde ese momento, como si quisiera protegerlo en silencio. Entonces una noche sus tíos llegaron con un regalo para Jungkook; un celular.
El chico, contrario a lo que esperaron, no estaba tan entusiasmado al respecto, más que nada estaba aliviado de poder tener un medio con el cual comunicarse.
A Namjoon le pareció muy peculiar su actitud, pues había esperado más. Él fue el que decidió que le regalarían el celular, no solo porque ya era mayor y debía tener uno propio, sino también porque lo veía decaído y creyó que un aparato tecnológico le subiría el ánimo, es decir, era un preadolescente, ¿a qué clase de chico no le gustaría un celular?
-y si entras aquí- señaló Namjoon a la pantalla. Jungkook sostenía con sumo cuidado el celular entre sus dos palmas juntas. -...eso es, ahí. Aquí puedes descargar todas las aplicaciones que quieras, ¡oh, puedes buscar un videojuego!
-pero...ya tengo mi consola- explicó Jungkook a la vez que señalaba la mencionada consola de videojuegos.
-esa porquería ya no sirve, Jungkook- interrumpió Yoongi mientras pasaba por enfrente de ellos con un cesto de ropa recién lavada. -no lee bien los discos, luego te consigo otra.
-¡pero sí sirve! ¡algunos sí los lee!- defendió el chico, de brazos cruzados, a su amada consola. Yoongi solo rodó los ojos y continuó su camino a la planta alta.
-Taehyung tiene celular, ¿no?- preguntó Jin apareciendo de la cocina donde estaba preparando la comida. El chico de 12 años asintió a la pregunta. -¿qué hace con él?
-mm...creo que nada...me llama y juega.
-¿lo ves? ¡él también juega! Volviendo al tema, en el celular puedes descargar juegos que las consolas no tienen, hay algunos muy divertidos- continuó Namjoon con una sonrisa que hacía aparecer sus hoyuelos. -y la mejor parte, puedes escuchar música con él.
Jungkook abrió un poco más los ojos ante lo último dicho, mirando a su tío en busca de una señal que le dijera que estaba mintiendo, pero no la había.
-¿de verdad?- preguntó y el moreno asintió. -¿pero la puedo escuchar sin internet?- y el adulto volvió a asentir. Una sonrisa grande apareció finalmente en el rostro del chico, justo después le extendió el celular a su tío. -enséñame cómo, por favor- pidió con los ojos brillantes.
Namjoon casi sufre un ataque de ternura por la repentina emoción del chico, pero se contuvo y mejor tomó el celular para explicarle cómo crearse una cuenta en diversas plataformas de música.
Seokjin se recargó de costado y brazos cruzados sobre el marco de la puerta de la cocina. Miraba a su esposo y a su sobrino entusiasmados y no pudo evitar que una sonrisa se le contagiara. Amaba verlos así.
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¡No quiero ser su padre! [YoonKook/YoonMin..?] FINALIZADA
FanficA Min Yoongi nada le hacía falta; dinero, unos padres que todo le compraban, y además era un muchacho bastante atractivo. Jimin era uno de los muchos que gustaban de él, y ser invitado a su fiesta de cumpleaños número 15 fue simplemente un sueño hec...