Capítulo 82

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Ser feliz

Yoongi: 28 años.
Jungkook: 14 años.

Jungkook llevaba ya una semana en casa, apenas el lunes pasado había salido del hospital y los médicos y psicólogos le recomendaron a Yoongi que el chico se quedara en casa un tiempo, más que nada para ayudarlo con el impacto psicológico que sufría una persona luego de un intento de suicidio.

El chico de 14 años permanecería ahí durante un mes, Yoongi no quería dejarlo salir y que tuviera algún ataque de ansiedad o algo peor le ocurriera, sin embargo aún tenían un asunto pendiente que debían atender cuanto antes.

Por ello es que Jungkook se estaba atando los cordones de sus tenis y se colocaba un abrigo en ese momento. Yoongi lo esperaba en la planta baja mientras revisaba su celular para distraerse y evitar salir él mismo.

El mayor estaba controlando toda su furia, impotencia y desesperación. Quería ir directo a la escuela y destruirle la vida los malnacidos que le habían hecho tanto daño a su hijo, en especial a ese intento de hombre, quería molerlo a golpes, pero le prometió a Jungkook mantener la calma y tratar la situación con serenidad y rapidez.

Aquella noche en el hospital, esperaron a que Jungkook estuviera calmado por completo para preguntarle qué es lo que había sucedido.

En cuanto el chico les contó todo mientras aguantaba las lágrimas, todos sintieron la misma horrible sensación; frustración.

Podrían haber sentido muchas cosas, eran un remolino de emociones, un huracán entero. Pero ante todo estaba la frustración, el único sentimiento que podían identificar.

Por obvias razones, Yoongi se quedaría con su hijo en el hospital. Los hermanos Jung/Kim se fueron con la promesa de regresar al día siguiente, mientras tanto a Namjoon le dejaron quedarse libre lo que restaba de la noche para cuidar de su sobrino. Seokjin acompañó a Yoongi de vuelta a su hogar unas horas más tarde, irían por ropa limpia para Jungkook y a limpiar.

Para Yoongi fue extremadamente difícil entrar a la casa que hasta ese momento notó que había dejado abierta de par en par por salir corriendo desesperado. Ni siquiera podía poner un pie en la acera que llevaba a la puerta principal. Ver las gotas de sangre por todo el suelo le revolvía el estómago.

Lo aguantó y entró junto a su hyung, caminando a la planta alta para ir a sus respectivas habitaciones y tomar ropa.

Pero no pudo soportar entrar a la habitación de su hijo, con la puerta maltratada por haberla abierto a la fuerza y el charco de sangre en el suelo.

Se derrumbó sollozando, siendo sostenido por Seokjin que también sentía el nudo en la garganta ante la situación al borde de la muerte que había sufrido su sobrino. Un niño, porque eso es lo que era, un niño de apenas 14 años.

Fue tan difícil entrar a limpiar, fue aún más difícil encontrar el celular de Jungkook en el suelo, casi sin batería, con los mensajes tan horribles y amenazadores que le habían enviado.

Fue horrible y doloroso cerrar la puerta de la casa y ver su propio auto aún encendido, con el pastel en el asiento de copiloto.

Volviendo al presente, el joven adulto inhalaba y exhalaba, tratando de eliminar los recuerdos...y también porque luego de mucho tiempo, no llevaba puesta la mascarilla.

Seokjin lo interceptó unos días atrás, confesándole que él sabía que no había ido al psicólogo. Yoongi no pudo ocultarlo más y aceptó haberles estado mintiendo todo el año.

Con Jungkook tan mal, fue como si se le hubieran abierto los ojos, no solo respecto a su hijo, sino también sobre él mismo. Estaba mal, muy mal, y necesitaba ayuda profesional.

¡No quiero ser su padre! [YoonKook/YoonMin..?] FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora