Capítulo 24

386 36 8
                                    

YOONGI
¿Por qué no sería correcto?

-Toma asiento.-Le dijo Yoongi a Julieta poniéndose de pie.-Ven Holly acompáñame.- Automáticamente Holly se fue tras de Suga, "será mejor que mantenga a Holly conmigo para que Julieta esté tranquila". Parecía que Julieta se había relajado un poco después de que su perro se alejó de ella.

-¿Quieres algo de tomar?- Le preguntó a Julieta desde la cocina una vez que ella ya estaba sentada en la sala.

-Agua está bien, gracias.- Sirvió un vaso con agua y él tomo una botella de agua mineral del refrigerador.-Holly, cama.- El perro volteo a verlo con sus ojitos redondos y empezó a caminar sin muchas ganas hacia su recamara.

-Vaya, en verdad está bien educado.- Le dijo Julieta mientras veía como se alejaba su perro hacia la habitación.

-¿Lo has mandado a dormir?

-Solo si tiene sueño se duerme, pero como hay visitas querrá estar aquí. Cuando vea que no he llegado a dormir probablemente salga a buscarme.

-Como un niño pequeño.- Opinó Julieta un tanto asombrada.

-Sí, es como un niño pequeño.- Le respondió Yoongi con el corazón enternecido, adoraba a Holly.

-Pero ¿por qué te asustó tanto?

-No es Holly en particular son todos los perros, de niña me mordió un perro pequeño ni si quiera me hizo daño, pero desde entonces no puedo evitar sentir miedo cada vez que veo uno.

-Ya veo, espero que Holly te ayude a superar tu miedo.

-Gracias, pero para eso supongo que necesitaría pasar mucho tiempo con él.

-Es verdad.- El estómago de Yoongi interrumpió su conversación.

-Lo siento, tengo hambre.- Dijo Yoongi riendo con un poco de pena.- Me prepararé un ramen instantáneo, ¿gustas uno tú también?

-"Oh, espero que no se tome a mal ese comentario."- pensó Yoongi al recordar el doble sentido que muchos le daban a esa pregunta.

-Estoy bien, gracias. La verdad es que no he tenido muchas ganas de comer estos últimos días.

-Claro.- Yoongi se levantó y fue hacia la cocina. Sacó una pequeña olla en donde puso a calentar agua sobre la parrilla de gas que había en la enorme isla y de una de las alacenas tomó un paquete de ramen.

-¿Segura no quieres?-

-Te lo agradezco, en verdad estoy bien, no tengo hambre.

-¿Qué has comido hoy?

-Ah, yogurt.

-¿Y qué más?- Le preguntó mientras se lavaba las manos.

-Solamente un yogurt.

-¿Qué? Definitivamente tienes que comer algo. No puedes pasar todo el día sin comer, te pondrás enferma, si no quieres ramen come un poco de fruta.- Dicho eso abrió su refrigerador sin esperar respuesta de Julieta y sacó una pera y una manzana, las cuales partió en finas piezas y las colocó en un plato blanco. Hizo todo eso bajo la mirada atenta de Julieta, tomó el plato y se dirigió nuevamente a la sala, donde se sentó en un sillón individual al lado de ella.

-Toma, come un poco.

-Gracias.- Dejó que comiera, parecía que después de todo si tenía hambre.

-¿Qué pasa?-Le preguntó Julieta con un pedazo de manzana entre sus dedos.

-No, nada. Solo que creo que sí tenías hambre.

-Eso parece.- Dijo sonriendo un poco. Unos pequeños pasos se escucharon tras Julieta.

El Idol y la RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora