Capítulo 36

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YOONGI

DE REGRESO A LA NORMALIDAD

-Ammm.- Rió nerviosamente, no sabía por dónde empezar.-Bueno, creo que esa...fue una manera peculiar de conocer a los miembros.- Le dijo a Julieta mientras se sentaba en otro sillón frente a ella en la sala.

-La verdad sí, aún así todos fueron muy amables conmigo, teniendo en cuanta lo que yo pudiera representar para todos ustedes...ya sabes, problemas. Fue diferente a lo que me había imaginado.- Le dijo riendo un poco haciéndolo reír a penado a él también.

-Por favor no pienses en eso, que representas problemas, quiero decir. Por supuesto que no puedo negarte que no, pero es preferible que no lo tengas siempre en la mente, sino no se puede vivir tranquilo, te lo digo por experiencia propia. –Julieta le sonrío como agradeciendo sus palabras-¿Cómo habías imaginado que conocerías a los miembros?- Quiso saber Yoongi.

-Bueno, para serte sincera, no quería hacerlo, me daba pánico solo imaginar lo que pudieran pensar de mí, ya te lo había dicho pero definitivamente conocerlos en medio de plumas volando por todas partes no era lo que tenía en mente.- Le dijo divertida Julieta.- Esa situación terminó por suavizar el encuentro, al menos para mí.

-¡Aigo! Eso fue muy vergonzoso.- Le responde Yoongi riendo y tapándose la boca al tiempo.

-Ahora lo veo chistoso, pero en su momento me quede así de "What the fuck?"- Le confió moviendo solo los labios para decir la última frase, haciendo a Yoongi reír por usar una mala palabra y al mismo tiempo censurarse a sí misma al no decirla en voz alta.

-Creo que en tu situación yo habría pensado lo mismo.- Le respondió él con sus ojos ocultos tras la sonrisa de sus labios. -Por cierto, saliste.- Le comentó Suga, curioso por saber a dónde había ido su rosa.

-Aaah...sí.- Le dijo Julieta un poco distraída, como queriendo evadir el tema. – Bueno, fui por arroz y leche, para hacerte el postre.

-Muchas gracias por eso.- El corazón se le calentaba por el bonito detalle que había tenido para con él y sus amigos.- Pero aquí hay arroz y leche, no era necesario que gastaras tu dinero en eso.

-Bueno...es que...- La reacción dudosa y tímida de Julieta lo hacía sentir incluso más curiosidad.

-En realidad salí porque necesitaba un analgésico.-

-Hey, ¿Estás bien? ¿Algo te duele?- Le preguntó alarmado Suga parándose y yendo hacia donde estaba sentada Julieta, ya que su bello se había contraído en una mueca de dolor. No había prestado atención suficiente pero ahora se daba cuenta de que su piel bronceada ahora estaba un poco pálida.

-Sí, solo es un dolor de cabeza.- Le dijo con una sonrisa débil en los labios.

-¿Segura?, estás agarrando tu estomago en lugar de tu cabeza.- Julieta solo cerró los ojos y sonrió.

-Soy muy mala mintiendo ¿verdad?- Y de pronto su cara tomó color de nuevo pintándole las mejillas.- Son ammm...cólicos...menstruales.- Le confesó como si fuera algo de lo que se tendría que tener vergüenza.

-Oh, ya veo. Espera aquí. ¿Ya tomaste el analgésico?

-No, aún no.- Se dirigió a la cocina y le llevó un vaso con agua.

-No deberías sentir vergüenza por eso, es algo completamente natural.- Le dijo mientras le extendía el vaso con agua. Ella lo recibió con la vista en otro lado.

-Lo sé pero aun así me da un poco de pena.

-Entiendo. Mi madre también sufría de este tipo de dolor cada mes, además he visto como algunas de mis noonas en la empresa también lo padecen y ya soy experto en esto, sobretodo por mi mamá claro.- Dicho eso se dirigió nuevamente a la cocina y bajo la vista atenta de Julieta prendió la cafetera únicamente con agua y lleno una taza con el líquido además de una bolsa. A la taza le puso un sobrecito de té y le llevó ambas cosas.

El Idol y la RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora