PROFUNDO AMOR
JULIETA
Un toque suave en su frente la despertó, era un beso. Julieta se remueve en la cama y al hacerlo siente un dolor en las piernas y su rostro se contrae en una mueca, está dolorida.
-¿Estás bien?- Escucha a Yoongi preocupado lo que la hace abrir los ojos, su novio estaba parado al lado de su cama con una bandeja en las manos que al parecer, era el desayuno para ambos.
Julieta no sabe en dónde meter la cara cuando lo mira, en primera porque todos los recuerdos de la noche anterior se le vienen a la cabeza, em segunda se da cuenta que de está en la recamara de Yoongi y que sigue semidesnuda, ya que solo viste la playera blanca de su novio y en tercera ahora está dolorida por lo que pasó entre ellos y que además su cara de dormida debe ser fatal, no como él que está ya vestido y mirándose hermoso.
-Aaah, sí estoy bien. – Le responde.
-Traje el desayuno. – Le dice él con una enorme sonrisa en la cara.
-Muchas gracias. – Contesta, dándose cuenta de que en verdad es un novio demasiado tierno y bueno.
-Acomódate para poder poner la mesa. Supongo ya debes tener hambre.
-¿Qué hora es? – Pregunta Julieta dándose cuenta de que el Sol ya estaba un poco alto.
-Van a ser las doce del mediodía.
-¡¿Qué?! – Yoongi empieza a reír y Julieta se cubre la cara.
-Parece que dormiste bien. – Le dice él dejando entrever un doble sentido en sus palabras y haciendo que Julieta se pusiera tímida. – Anda acomódate que ya se me están cansado los brazos. – Le dice con voz un poco estrangulada.
-Lo siento. – Die ella e intenta de manera rápida sentarse y una vez más sus piernas doloridas le hicieron contraer su cara en un gesto de dolor.
-¿Segura que estás bien? – Vuelve a preguntarle Yoongi.
-Sí, es solamente... - Y Julieta detiene sus palabras.
-Es solamente...- Repite Yoongi como pidiéndole que terminara su frase.
-Creo que me duelen un poco las piernas.
-¿Por qué? ¿Hiciste algún tipo de ejercicio ayer?
-No, yo no...hice ejercicio. – Dice en voz baja ella.
Y con eso Yoongi entendió a qué se debían sus dolores musculares.
Y empieza a reír agitando sus hombros mientras sus mejillas se teñían de rojo.
-Lo siento. – Solo atina a decirle su novio con cara apenada pero la sonrisa no se le iba a de los labios.
Julieta solo lo mira con los ojos entrecerrados y se acomoda en la cama y Yoongi pone sobre ella la pequeña mesita que llevaba con el desayuno aún sonriendo.
-¡Es mucho! – Dice sorprendida.
-No te preocupes que es para los dos. Ya vuelvo. – Y Yoongi sale de la recamara a paso ligero.
Julieta no sabía cómo tomar esta demostración de afecto, por supuesto que se sentía muy feliz, pero al mismo tiempo le hacía sentir que no lo merecía. ¿Cómo es que era tan bueno y considerado con ella? Algo tendría que hacer para retribuirle todas las atenciones.
Cuando Yoongi regresó Julieta ya había intentado acomodar su cabello, limpiar lo más posible su cara y bebía de una de las tazas de café que su novio había llevado. Yoongi entró con otra pequeña mesa en una mano para él y una jarra de café en la otra.
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El Idol y la Rosa
Fiksi PenggemarDos vidas completamente diferentes unidas por la casualidad. La historia de cómo Min Yoongi conoce a esta chica en medio de la multitud y como Julieta sin darse cuenta fue "víctima" de un plan que la llevó a encontrarse con uno de los idols más fam...