Obsesión || Jack Conway y tu [TERMINADA]

8. Obsesión 🤞🏻🔐😈

Narra Tanya

—¿Estas paranoica? —Dice Greco y lo miro confundida.

—¿Qué?

—No dejas de mirar a los lados, apenas y comes. —Sonrio, mostrando mis dientes como si hubiera dicho el mejor chiste y niego, llevándome un poco de carne a la boca.

—¿Pero qué dices? —Le golpeo el hombro y también sonríe—. Si estoy de maravilla.

—Pues te noto tensa o algo más... —Frunce el ceño y luego me mira—. ¿Acaso volviste a...?

Le tapo la boca, regañandolo con la mirada.

—¿Me crees capas de volver a eso? —Niega y lo suelto—. Solo estoy un poco enferma, no es nada.

—Okey, Conway pidió unos papeles que se encuentran en el ala oeste de comisaría. —Come despreocupado y maldigo a mis adentros—. Pidió que los lleves tú.

Rápido me levanto, agarrando mi tapper con aún comida dentro y limpio mi boca.

—No puedo.

—¿Te peleaste fuerte con él, no es así? —Asiento repetidas veces, mintiendo.

—No lo soporto y no lo quiero cerca. —Le hago saber y el asiente, entendiendo.

—Ya, Ya Tanya, te cubro, lo conozco y se como se pone de pesado cuando quiere tener la razón. —Me sonríe, tranquilizandome y le doy un beso en la mejilla antes de correr hacia el parking.

Me tiro como una puta loca dentro del zeta y arranco de ahí Rápidamente.

Soy cobarde, lo admito.

Ya han pasado dos semanas de lo que ocurrió en su departamento y al terminar... Bueno... Lo que hicimos, el se metio al baño y aproveche a huir ya que vi las llaves.
Me niego a verlo asi que estás últimas dos semanas lo estuve evitando con demasiado éxito, tanto que demasiado me preocupa, digo, yo nunca tengo tanta suerte.

Mi móvil comienza a vibrar y me sobresalto, asustada. Pero al mirar la pantalla y notar el nombre de Gustabo doy un leve suspiro.

—¿Bueno? —Digo al atender.

—Buenas, rusa. ¿Quieres salir en la noche? —Pregunta y dudo un poco.

La mayoría de las veces que el sale, va Conway y la verdad que no se que puta relación tienen Él, Horacio y mi jefe ya que siempre andan juntos.

—¿Quienes irán? —Inquiero y lo escucho aclararse la garganta.

—Pues los de siempre, Kylie, el barbas, los otros rusos, el... —Deja de hablar, soltando un quejido.

—¿Él...? —La desconfianza me toma y pienso en rechazar la invitación.

—Pues no se si lo conoces, pero El Segismundo junto a El Rogelio. —Dice en un tono extraño.

—Oh, Si, los he visto un par de veces por comisaría, ¿Los García?

—Si si, ellos. —Lo oigo lamentar y asiento aunque no me este viendo

—¿A qué hora?

—A las ocho, ¿Puedes?

—Claro, te veo en la noche Gustabin.

—Igual, Tanya... —Dejo el alta voz porque creo que va a colgar y luego dice en un tono bajo—. ¿Acaso tenias que golpearme? Joder me has dejado sin aire... —Se queja y luego hay un silencio largo, hasta que cuelga.

No le tomo importancia y sigo patrullando mientras trato de comer. Llego a comisaría luego de tres horas y salgo de servicio para huir como siempre a mi Refugio, mi departamento.