Obsesión || Jack Conway y tu [TERMINADA]

17. Celos y crepas😋

Narra Tanya

Greco, Alex, Viktor y Conway me miraban con mala cara.

—Se que debería darles una explicación, —Comienzo y pienso un poco— Pero no la tengo, asi que cuando el perdón viene del corazón...

—¡No quiero tu maldito perdón! —Espeta Greco—. ¡Quiero saber dónde está mi novia!

—¡¿Tu novia?! —Me levanto del sofa, ahora si enfadada—. ¡Pues tu novia se esta follando a un sexy moreno porque ALGUIEN no la complace como se debe!

Su cara se pone roja de rabia y sonrio por eso.

—¡¿Coquetear con la tarada de la secretaria?! —Inquiero casi indignada—. ¡¿Y en su cara?! —Niego mientras cruzo mis brazos—. Me indigna, Greco, me indigna.

—¿Le hiciste eso a Kylie, Gilipollas? —Dice Alex, negando—. Y yo le dije que se quedará conmigo. —Greco lo mira mal—. ¿Y tú follar mientras nos hablas? —Alex me regaña—. ¿Tan poco respeto nos tienes, Tanya?

—La llamada tal vez era importante. —Me encojo de hombros, acomodando mi cabello.

El barbas comienza a indagar sobre el paradero de mi amiga cual tóxico mientras que ambos rusos intentan ayudarle con su ataque irracional de celos. Saco el móvil y puedo ver a Jack apoyado en uno de los muebles a unos metros de mi, tiene sus gafas negras puestas pero su mirada es tan densa que la siento sobre mi.

Al entrar a esta habitación pude verme en un espejo y llevo unas pintas que madre mia; Me veo recién follada, con el cabello revuelto pero en un moño, mi labial rojo un poco corrido y las marcas en mi cuello y hombros me delatan.

—¡¿Dónde coño estás?! —Inquiere Greco con el móvil en la oreja—. ¡Claro que me importa! ¡Sal de donde quieras que estes que estoy en el casino! —Sale de la habitación seguido de Los rusos.

Agarro mi móvil para checar las historias que subio Kylie y quiero reír.

Tiene varías con ella arriba del moreno y luego una con el moreno acostado sobre ella y sin camisa. Ya veo porque esta tan enojado Greco.
Mi móvil desaparece de mis manos y confudida miro hacia arriba.

—¿Ocurre algo, Conway? —Inquiero restándole importancia pero no dice nada, solo se mantiene ahi.

Me incómoda su cercanía e intento apartarlo pero no se mueve.

—Por cierto, El señor G esta de vuelta en la ciudad. —Le hago saber y frunce el ceño.

—¿Cómo supiste que salió? —Me acorrala contra el sofá pero no pierdo la compostura.

—Porque me lo dijo. —Sonrio con soberbia—. Me lo dijo mientras me lo estaba follando hace un rato. —Mando mis manos a su cuello, acariciándolo—. Deberías haberme dejado que lo folle el día del operativo, lo hace bien el hijo de puta. —Subo las caricias a su cabello—. Me atrevería a decir que es muuucho mejor que tú...

No lo dejo responder y atraigo su boca a la mía, besándolo, uniéndo nuestras lenguas en una danza erótica que lo hace sentarse a mi lado. Me le subo encima y me aleja cuando me muevo sobre él.

—¿Qué mierda quieres, Tanya? —Dice enfadado y finjo pensar.

—Montarte... —Sigo moviéndome sobre él y tensa los músculos de los hombros, deteniendome.

—¿Por qué no te vas con el otro? Supuestamente tú, él es mejor.

—Si pero él no me dejó montarlo. —Hago un puchero, moviéndome más.

De a poco relaja el agarre de mi cadera y me presiona más contra su cuerpo. Suspiro cuando me muevo de arriba a abajo sobre su pelvis y él simula embestidas.