39. 💍🌚

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•°•Narra Tanya•°•

—¡Mas fuerte, joder! —Le grito viendo como intenta entrar.

—¡¿Más?! ¡Mierda Nena, que no puedo! —Acaricio sus hombros para darle animo y veo como de su frente se deslizan pequeñas gotitas de sudor.

—¡Anda cariño, tú puedes! —Río con la cara que hace ya que se lo está tomando demasiado a pecho—. No me digas que ya estás cansado...

—Nunca... —Murmura ejerciendo más fuerza a las estocadas que da.

Jadea, agotado y se rinde.

—Ya, me cansé, trae el puto taladro que si sigo con el martillo me romperé la muñeca. —Río con lo que dice y camino hasta la caja del taladro, sacándolo.

El señorito «Yo puedo con todo» en realidad no pudo con todo, es cabeza dura y se negaba a armar el pequeño mueble que compramos con el taladro eléctrico, que según en sus tiempos se hacía con martillo y no sé que mierdas más.

—¿Por qué no se ve como en la foto? —Le quito las instrucciones de la mano y niego varias veces.

—Jack estas son instrucciones para armar una licuadora, ¿Cómo coño la confundiste con una mesita de noche?

—Con razón me sobraron veinte tornillos... —Murmura y detalla la pequeña mesita—. Igual quedó de maravilla.

Camina hacía ella y deja dos copas de vino, las cuales se rompen en varios pedazos cuando la mesita de noche se desploma.

—Enviaré una carta de reclamo a la tienda donde la compré. —Asegura y como más crema de maní.

—Pide un reembolso. —Secundo y camina hacía mi, besando mi cuello.

Apenas llevabamos dos semanas aquí y ya no queríamos irnos, la suite era como nuestro nuevo hogar donde nos la pasabamos... Bueno, dandonos amor de dos comprometidos.

—Quiero salir a almorzar a un yate. —Asiente varias veces y la boca se me hace agua al imaginar la polla de mi futuro marido.

—Claro Nena, preparate que... —Deja de hablar cuando me arodillo, queriendo bajar la bermuda que lleva puesta pero me detiene—. Tanya... ¿Otra vez?

Asiento varías veces, bajando un poco mi vestido por delante para mostrarle mis tetas y se sienta en el sofá. Rápido me meto su polla en mi boca, saboreandola mientras que miro como lo disfruta. Puta obsesión por chupársela.

***

•°•Zzz•°•

***

Apoyo mi rostro en su hombro, mirando como las olas cristalinas crean un sonido demasiado relajante.

—¿Qué vas a queres comer? —Pregunta mientras mira la carta.

—Tu polla. —Le susurro y puedo sentir como tensa los hombros, asi que lo abrazo más mientras me acomodo sobre su falda—. ¿Está eso en el menú?

—No... —Niega varias veces.

—¿No? Que mal... —Acaricio su pecho—. O un sesenta y nueve como el de anoche... —Acaricio su cuello con la punta de mi nariz.

—Tanya bast...

—¿Ordenaran algo? —Pregunta un apuesto caballero y niego—. ¿Gustaría algo, señorita?

Obsesión || Jack Conway y tu [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora