Obsesión || Jack Conway y tu [TERMINADA]

2.25. Lost Again

•°•Narra Tanya•°•

Abrazo a mis hijos y los lleno de besos, no los veo asustados pero no quiero que se preocupen de más.

—¿Qué te pasó mamita? —Maddie mira mi brazo vendado.

—Nada amor, ¿Ustedes están bien? —Los abrazo más a mi y asienten.

—¿Por estás cosas no podemos venir aquí? —Pregunta Maddie y estoy por responderle hasta que Jack entra a los vestidores con papá.

—¿Me dan un momento con su madre? —Mis hijos me sueltan no con muchas ganas ya que quieren quedarse y se dirijen con su abuelo.

Apenas se van de la habitación Jack se arodilla frente a mi, abrazándome fuertemente.

Se oculta en mi cuello como si fuera un niño pequeño y no dudo en devolverle el abrazo.

—Tenía miedo de perderte. —Musita.

—Jack...

—Te ví llena de sangre y creí que.. —Hago que me mire y suspira—. ¿Por qué no te quedaste dónde te dejé?

Recuesta su frente contra la mía y cierra sus ojos.

—¿Enserio crees que te dejaría solo? —No me responde, solo une nuestros labios en un beso suave.

—No quiero que vuelvas a arriesgarte. —Ordena apenas se separa.

—Ya te dije que no voy a dejarte solo.

—No se trata de eso, Tanya.

—¿Qué? ¿No me ves a tu altura o qué? —Lo aparto pero intenta volver a mi.

—Tanya, espera.

—¿¡Te salvo el puto pellejo porque no quiero que te suceda nada y asi me lo pagas!? —Lo golpeo, levantándome del banco donde estaba y me sigue—. ¡Eres el padre de mis hijos, mierda! ¡Te cuido como tal!

—¡Lo sé, Tanya, pero...!

—¿¡Pero qué!? ¿¡Qué mierda de excusa vas a soltar ahora!? —Golpeo su pecho en intenta tomarme otra vez.

—¡No quiero perderte! —Alza la voz, y sedo, dejando que me abrace por la cintura. Se arrodilla, recostando su rostro en mi abdomen y suspira—. Por favor hazme caso una vez en tu vida, no quiero perderte, ni a ti, ni a mis hijos... No quiero perder otra vez como perdí a Julia...

Me sostiene fuertemente y me dejo caer para estar a su altura, hace años que no la mencionaba y... No sé como sentirme al respecto.
Lo abrazo y beso muchas veces, tantas para que se le quede grabado cuanto lo amo.

—Estaremos bien. —Aseguro y me da otro beso.

—Lo siento mucho Tanya... —Se oculta en mi cuello y siento un hueco en mi pecho cuando sus lágrimas comienzan a empapar mi piel.

Él nunca... Nunca llora.

—Amor... —Musito y se pega más a mi cuerpo.

Solo lo abrazo por un largo rato, no quiere salir de aquí ni tampoco que nadie entre.

—Hey.. mírame... —Tomo su rostro entre mis manos y seco sus lágrimas.

—Si algo te hubiese pasado...

—Estoy aquí.

—¡Murió, Tanya! —Me abraza más fuerte—. No pude hacer nada...

—Hiciste lo que pudiste, amor.. —Acaricio su mejilla y puedo sentir como su cuerpo se relaja totalmente cuando unas manitas golpean la puerta, llamándole a morir.