42. Aguas internacionales...

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Narra Jack

Miro el reloj en mi muñeca otra vez y pico el pie contra el piso.
Volkov no deja de enviarme mensajes de que estan interrogando al Señor G y sus cómplices pero no le doy ni un segundo de mi tiempo ya que algo o más bien alguien lo tiene.

—Conway se que su... —Greco piensa un poco—. Bueno, Tanya está aquí pero debería ir a descansar.

—Ya te dije que me quedaré aquí.

—Solo le bajo la presión, no es nada grave.

Me aguanto las ganas de decirle que soy el padre del bebé que lleva en su vientre y niego otra vez ya que no quiero que nadie lo sepa aún, no con toda la mierda que nos persigue a ambos.

—¿Quiere que le traiga un café?

—Negro y sin azúcar. —Asiente y se aleja.

Thomas aún no ha salido de la maldita habitación y agradezco que estemos a metros de la recepción ya que está hecha un puto caos.

Me levanto y toco otra vez la puerta, con la esperanza de que me abran pero nada.

Estoy a punto de sentarme en ese incómodo sofá denuevo pero la puerta se abre, dejando ver a su hermano.

—¿Cómo está? —Pregunto rápidamente—. ¿Cómo está mi hij...?

—Mira Conway, sé lo que pasó ayer en la mañana.

—Yo no tuve nada que ver con eso. —Insisto—. ¿Enserio me crees capaz de algo así? ¿De hacerle eso después de todo lo que pasamos?

—No... —Apoya su espalda contra la pared—. Pero Tanya está dolida, demasiado.

—Dejame verla.

—Pasa, por fin se durmió. —Se hace a un lado y me deja pasar.

Encuentro la habitación algo oscura y a ella envuelta entre las sábanas. El ecografo sigue ahí y me llena de ilusión volver a escuchar esos latidos.
Me acerco a paso lento para no despertarla y acaricio la curva de su cintura cuando estoy lo suficientemente cerca.

Descanso mi frente en sus caderas y dejo un beso.

—¿Por qué viniste? —Murmura, haciéndome saber que estuvo llorando y se remueve un poco en la camilla, dejándome espacio.

Me deshago de mis zapatos y me acuesto a su lado, abrazándola fuertemente mientras beso sus hombros.

—Ya se acabo... —Murmuro en su oído—. Ya somos libres.

Paso mis manos por su vientre, acariciándolo al saber que detrás de la piel está mi hijo. Esta embarazada de mí y eso no deja de ponerme.

—¿Por qué lo hiciste? —Su voz se corta y hago que me miré.

—¿Me crees capaz de hacerte algo así? ¿Enserio Tanya?

—Entonces quién fue.

—Abrí una investigación. —Acaricia mi mejilla mientras yo estoy perdido en sus ojos—. Encontraremos al hijo de puta que nos hizo esto.

Obsesión || Jack Conway y tu [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora