Obsesión || Jack Conway y tu [TERMINADA]

2.23. ... ¿Nuevo romance?

•°•Narra Tanya•°•

Me pongo el cinturón de seguridad, suspirando y ato los rizos en un moño, dejando unos mechones sueltos. Jack no tarda en entrar de lado del piloto y nos miramos.

No duda en acercarse, uniendo nuestros labios y rápidamente el beso cambia a uno más intenso. Tira de mi para que me suba sobre él pero rápido nos separamos cuando vemos a uno de los agentes pasar por enfrente.

—Anda, vamos. —Acaricia mi muslo y rápido arranca.

Cada que se detiene en un semáforo me pide besos que no se los niego. Llegamos a la escuela de Maddie y al vernos sus ojos brillan demasiado.

—¡Mira, mi mami y papi vinieron! —Le dice a la maestra y por alguna razón la señorita se pone roja—. ¡Hola papi, hola mami!

Corre hacia nosotros y la tomo en brazos, besándola. Jack nos abraza y besa a las dos, a lo que Maddie ríe.

—Oye no coquetees con mi maestra otra vez, mira que aquí está mami. —Maddie le dice y mi mirada cae directo en la maestra que esta a un metro y medio de nosotros.

No sabe en donde meterse la mujer.

—Cariño por favor, no hables gilipolleces. —Dice Jack un poco nervioso.

—¿Gilipolleces? ¡Tú dices gilipolleces!

—Ppff cariño ¿Qué dices? —Me la saca de los brazos y le hace cosquillas en la barriga—. Anda, vamos a buscar a tu hermanito.

Rápido tira de las dos hasta el coche. Me meto a mi lugar y me siento molesta.

—Vamos a ir a buscar a JayJay y luego vamos a comer una hamburguesita, ¿Si mi amor?

—Mmm, no quieras cambiar de tema, masculino mentiroso. —Miro hacia atrás y no sabe que cara poner.

—¿Ah si? Pues renuncio a mi papel de árbol.

—¡No! —Le grita Maddie, furiosa—. ¡No puedes! ¡Ivadog no puede consentrarse sin un árbol! ¡Mami dile!

Mi hija comienza a llorar y Jack intenta retractarse pero ya es demasiado tarde.

—Malo, malo, malo. —Maddie se cruza de brazos, sollozando.

—Muy malo. —Apoyo a mi hija en sus palabras y Jack me mira.

—No vas a creer lo que dijo, ¿O si? —Pregunta cuando se detiene pero bajo del coche para buscar a Jay.

Afortunadamente esta guardería fue una maravilla, cada vez que le pregunto a Jay me dice que esta muy a gusto y que ya hizo amigos. Esta un poco más lejos pero por la seguridad de mi hijo no es nada, aunque duele que el caso haya quedado en la nada ya que nunca hubo un rastro exacto de la maestra desaparecida de mi hijo.

—Hola amor. —Me abraza cuando llega a mi y luego estira sus brazos a su padre.

—Hola mami, hola papi. —Nos da un beso a cada uno.

—¿Vas a comer unas hamburguesas? —Le pregunta Jack mientras lo lleva en brazos.

—¡Si! —Festeja y lo abraza.