Obsesión || Jack Conway y tu [TERMINADA]

2.21. Starting Again...

•°•Narra Jack Conway•°•

—¡Banda de anormales! —Les grito—. ¡¿Cómo cojones es posible que una ardilla les haya hecho esto?!

Miran hacia el suelo, avergonzados y con razón. Primero los ataca un puto grupo de mapaches y ahora llega todo el grupo con la cara llena de rasguños porque se metieron en una zona infestada de “Ardillas violentas”.

El móvil me vibra otra vez y chasqueo la lengua. Tanya, ugh, no tengo ganas de hablar con ella.

Cuelgo y sigo con mis gritos pero el teléfono vuelve a sonar otra vez, sin paciencia atiendo.

—¿Qué? —Digo de mala gana.

—¿Cómo que qué? —Relajo los hombros y suspiro, saliendo de la sala de reuniones—. A mi dime un buenas tardes princesa.

—Lo siento, amor... —Escucho a Maddie refunfuñar—. No fué mi intencion.

—Más te vale, ¿Cómo es eso que no llegarás a casa en la noche? —Sonrío un poco—. ¿Vas a irte con tu otra familia, cierto? Eres un mentiroso...

—Papi debe cubrir un turno.

—Pero... ¡No puedes ir a trabajar así de la nada sin avisarme! ¿Quién será mi árbol? Ivadog no puede concentrarse si no hay un árbol para tomar el té.

—Bebé, en el jardín de casa hay literalmente un árbol quince veces más grande que yo.

—Pero yo te quiero a ti.. el verde de las hojas combina con tu cabellito.

—Bebé..

—Además, ¿Con quien compartiré mis dulces?

—El tío Thomas irá hoy, comparte con él.

—Pero no quiero compartir con tío Tom, ¡Él come todo mis dulces! —Sonrío más.

—Amor, en eso se basa compartir.

—Ugh, no me gusta compartir. —Suelto una pequeña risa—. ¿Podemos ir a visitarte con Jay?

—No bebé, no es un lugar apto para ustedes.

No después de lo que ocurrió afuera de la comisaría hace dos semanas.

—Por fiiii, por fi, por fi... —Pide y creo que me esta convenciendo.

—Lo pensaré amor, te llamo en un rato que papi anda retando a la banda de gilipollas.

—Okey, retalos mucho así no se portan mal. —Hace sonidos de besos—. ¿Te llegaron mis besitos?

—Si princesa, ahora ve con tu madre.

—Okey, mami te manda besitos también. —Siento un pinchazo en mi pecho—. Besos como novios, en la boquita. —Ríe con lo que dice y apuesto a que cubre su boca—. ¿Me quieres?

—Te amo, a tí, a Jay y a tu mami.

—Yo también. —La oigo suspirar.

—Ya... Ve y descansa princesa. —Escucho que deja un último beso y cuelga, dejándome con un mal sabor de boca.

Suspiro y miro la pantalla del móvil. Estás llamadas me joden demasiado, quiero estar en casa, dormir abrazados con mis hijos, en cambio debo quedarme en esta pocilga de comisaría toda la puta noche.

Se me quitaron las ganas de pelear luego de hablar con mi hija así que vuelvo a la sala de reuniones y mando a los alumnos a cualquier otro lado.

Como caldo de res que pedí hace un rato, sentado en una de las sillas de la cafetería mientras veo las fotos que me envía Maddie. Ella sonriendo, ella con carita triste, ella riéndose de Jay que esta durmiendo a su lado, Jay despertando de mala gana.