Obsesión || Jack Conway y tu [TERMINADA]

2.28. Save me

Narra Jack Conway

Me despierto agitado entre las sábanas de mi... De mi departamento. Miro alrededor, confundido, hasta que mi mirada cae en el reloj de la mesita de noche.

Son las tres de la mañana.

Ni siquiera se cómo llegué aquí, me siento confundido y perdido, me levanto de la cama y...

—Vaya... Creí que ya estarías en el quinto sueño.. —Murmura esa voz y...

—Tanya. —Me acerco preocupado a ella, viste una de mis camisas y tiene el cabello totalmente desacomodado.

—¿Qué te ocurre? —Se aleja de mi, algo confundida.

La tomo de las mejillas y no dudo ni un segundo en besarla con tanto amor que por un momento ella permanece quieta, hasta que corresponde.

—Dime algo, por favor.. —Recuesto mi frente sobre la suya, acariciando sus mejillas y ella toma mis manos, mirándome confundida.

—Ese whisky si que es fuerte...

Me alejo un poco de ella, mirándola con detalle.

—¿Cuántos años tienes?

—Dios, enserio te afecto ese whisky. —Ríe tontamente—. Pues veinticinco, ¿Cuántos voy a tener? Gilipollas.

Un vacío se aloja en mi interior, sintiendo que me falta algo y tengo que sentarme sobre la cama fría.

—Oye... ¿Estás bien? —Me mira con una falsa preocupación.

—¿Qué ocurrió antes de que despertará?

—Pues... Salimos con los demás, bebiste demasiado y fuí tan amable de traerte, casi que follamos pero al final te dormiste.

—¿Y Jason? ¿Madelaine?

—Jack, enserio, ¿Te drogaste o algo?

Se sienta a mi lado y niego.

—Hey... —Ahora suelta con mas suavidad y la miro—. Dime, ¿Qué pasó?

—Tuve un sueño bastante extraño... —Pongo una mano en mi estómago, sintiendo ese vacio.

—¿Quieres que follemos?

—¿Ahora?

—Uh-hum... —Se acerca más a mi, rozando su nariz contra la piel de mi cuello y su mano en mi...

La tomo de la cintura, tirandola contra la cama a lo que suelta un pequeño grito junto a sus risas que me encantan escuchar.

—Digame, superintendente, ¿Qué soñaba? —Me meto entre sus piernas y acaricia mi cuello.

—Soñé que te amaba. —Suelto sin una pizca de sutileza y su expresión se relaja.

—¿Qué...?

—Oh, si, te amaba mucho... —Abro su camisa y beso su cuello, bajando lentamente—. Teniamos dos hijos también... Follabamos casi todos los días...

—Espera... Jack.. —Me aparta, puedo notar que sus mejillas están sonrojadas.

—¿Ocurre algo? —Me alejo un poco sin salir de encima de ella.

—Es que... Mmh.. —Balbucea, tímida.

—Oye... —La beso y no corresponde.

Insisto, bajando a su cuello y cuando subo a sus labios otra ves si me corresponde, uniendo nuestras lenguas. Disfruto tanto el beso que me pego a su cuerpo, rozándome, logrando que jadee en mi boca.