Obsesión || Jack Conway y tu [TERMINADA]

2.27. Memories

Narra Jack Conway

—Y si tiene hambre por allí esta su biberon, ¿Okey? —No quiere soltar por nada del mundo a Maddie y extiendo mi brazos para que me la dé.

—Estará bien, ya se ha quedado varias veces conmigo, ¿Verdad bebé?

—Ti... —Murmura mi hija ya que no deja de comer pudin.

Tanya la mira un poco angustiada y tiro de ella, abrazándola.

—Ve y disfruta con tus amigas. —Beso su coronilla y asiente—. Y no llegues tan tarde... Quiero arrancarte ese vestido... —Susurro en su oído y me da un golpe.

—Ya, deja de estar caliente por una vez.

Tomo a Maddie en brazos que no tarda en abrazarme y mi mujer le llena la carita de besos antes de irse a su noche de chicas.

—Solo somos tu y yo. —Maddie sonríe y agarra mi nariz con su manita.

—Ti.. —Le doy un besito y bosteza.

Voy a la cocina para limpiar los restos de chocolate que tiene por la cara y ya nos acostamos en el sofá.

Maddie solo balbusea mientras toma de su biberón y se tira sobre mi, abrazándome.

—¿Ocurre algo princesa?

—Jugal. —Señala la tv, o más bien mi consola.

—No amor.

—Puchale —Hace mala cara y me tira el biberón sobre mi pecho de mala gana.

—Auch, princesa. Ven. —Intento tomarla pero se baja como puede del sofá.

—ño.

Camina molesta entre tropezones y sonrío, es tan tierna.

—¡Ño! —Se molesta cuando ve que le tomo una foto.

—Ven princesa, vamos a jugar.

Me ignora, recostandose sobre la alfombra aterciopelada y acaricio su espaldita.

Me mira molesta y solo puedo reír porque su intento de escape fue alejarse solo 30 centímetros.

—¿Entonces duermo solito?

—Ti... —Bosteza.

La tomo en brazos y la recuesto sobre mi, no se demora ni un segundo en abrazarme y suspira, tranquilita.

—¿Mami? —Pregunta y aplaude cuando se escuchan golpes en la puerta trasera.

Su desilución es grande cuando solo entra Ivadog que viene directo a ella.

Se recuesta sobre mi otra vez y le doy un besito.

—¿Ocurre algo, nena?

—Mami.

—Mami salió, vendrá en un rato, ¿Va?

—¿pol qué?

—Porque esta disfrutando con sus amigas.

—¿Pol qué?

—Porque es jóven, guapa y le gusta salir.

—¿Pol qué?

—Ya cállate niñita. —Le hago consquillas y suelta una carcajada que me da mil años de vida.

—Pol qué, pol qué, pol qué. —Comienza a saltar en el sofá y tiro otra vez de ella.

—Duérmete.

—Ño.

—Si.

—Ño.