Obsesión || Jack Conway y tu [TERMINADA]

2.18. Stressed😞

•°•Narra Jack Conway•°•

Pateo la pequeña silla con furia, mando a la mierda a uno de mis agentes y paso mi mano por mi cabello, estresado.

—S-su café, señ-ñor... —Murmura el alumno.

Lo tomo de mala gana e intento beber un poco pero termino escupiendo todo en la pared con figuras de animalitos.

—Puta mierda. —Tiro el café al suelo y sigo recorriendo estos malditos pasillos.

Tomo una botella de agua para pasar las náuseas que tengo y dos alumnos se me acercan a pedirme permiso para no sé que mierda.

—¡Todos son unos putos ineptos! —Les grito con rabia—. ¡Os juro que voy a degradarlos!

—Relájate un poco, tío. —Alexander palmea mi hombro y mis agentes no pierden tiempo en dispersarse por el área—. ¿Dónde está Tanya?

Ugh, es el nombre que menos quiero oír ahora. La odio mucho, la detesto.

—No sé y no me interesa. —Me extiende un sándwich de atún que por ahora es lo único que puedo comer sin vomitar.

—¿Dejaron de...? —Pregunta y me molesto otra vez.

—Anda detrás de ese gilipollas, no la soporto, se cree que puede estar conmigo y luego dejarme de lado. —Refunfuño y ríe.

—Me parece que estás modo caprichoso.

No parece, lo estoy. Quiero a mi maldita mujer, me la quiero follar y la abstinencia me está cobrando factura como la mierda. Aguanté un año y medio, puedo con un par de horas pero siento que la polla me va a explotar.

—Ajam, lo que digas. —Le doy una mordida al sándwich.

—Por cierto, las grabaciones no están. —Eso me hace sentir peor.

Este allanamiento iba a darme pruebas para poner una orden de captura para la puta maestra de Jason. Ahora estoy en la nada.

La angustia me toma otra vez y Alex se acerca a darme un leve abrazo, diciéndome que todo estará bien.

—Iré a ver que los alumnos no hagan el capullo. —Me deja mi espacio y camina hacia uno de los salones.

Suspiro, comiendo el sándwich y escucho a alguien carraspear a mi lado.

—¿Qué quieres? —Miro a una de las nuevas.

Vinieron directo de la academia, que puta mierda.

—Me tome el tiempo de traerle un remedio para las náuseas. —Me lo extiende y se lo arrebato de la mano—. Debe tomarlo de a poco ya que es fuerte y...

Deja de hablar cuando me empino la pequeña botella con jarabe dentro.

—Ve a trabajar. —Se la devuelvo por la mitad.

—También le traje unos sandwiches..

—Ve a trabajar. —Vuelvo a repetir, sin paciencia.

Sin mucho más que decir, se marcha con el grupo de Ivanov y camino hacia el salón que era de mi hijo. Era, porque lo cambiamos de jardín de infantes.

Llego y comienzo a meterle presión a los agentes. Los alumnos no saben donde meterse y eso me molesta más.

—¡¿Acaso les jode como soy?! —Les grito y bajan la mirada—. ¡Entonces a tomar por culo de mi comisaría! ¡Me tienen hasta la puta hostia!

El mal humor se disipa por completo cuando algo se cuelga de mi pierna. Bajo la mirada y esa melena rizada me sorprende.

—Te preparé un sándwich. —Dice con una voz tan dulce que me derrite.