40. ¿The Fucking end? and the video...

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•°•Narra Tanya•°•

—No le tengas miedo. —Dice el entrenador de delfines.

—Me mira como si fuera a asesinarme... —Intento no temblar cuando paso mi mano por su cabeza.

Jack no deja de reírse de mí, esta arriba de una tabla en tanto yo estoy literalmente a lado de este bicho.

—Anda, Nena, ¿Tú no querias nadar con delfines?

—No lo sé, creo que tengo sueño. —El entrenador y mi novio sueltan una pequeña risa con mi excusa.

Jack se aleja nadando sobre la tabla y yo me siento en los escalones de la piscina.

—¿Por que hace eso? —Pregunto un poco asustada ya que el delfín no deja de rozarse contra mi abdomen, haciendo ruidos extraños.

—Oh, es muy típico que suceda esto aquí. A los delfines les encantan las mujeres embarazadas. —Suelta de la nada y lo miro confundida.

—No estoy embarazada. —Ahora él es el confundido.

—¿No? Ellos usan la ecolocación, que es lo mismo que hacerse una ecografía. Ahi pueden sentir el latido del pequeñín... —Dice palmeando varias veces mi abdomen.

—Eh... —Murmuro y se da cuenta de que la cagó ya que pone una excusa estúpida y se aleja.

Permamezco en la orilla con el puto delfín que no quiere alejarse de mí y luego de varios minutos Jack se acerca.

—¿Ocurre algo, nena? —Niego con mala cara y extiende su mano hacía mí.

La tomo de malas y me ayuda a subir a la tabla.

—Podriamos llevar a tu nuevo amigo a casa. —Señala al delfín que nos sigue y le miro mal

—Cállate. —Me sostiene cuando estoy por perder el control y me roba un beso—. ¿Por qué eres tan molesto?

—Dame otro beso y te llevo a comer langosta. —Me lanzo a él, logrando que perdamos el equilibrio y terminamos en el agua.

Reparto varios besos por sus labios y el delfín se mete entre ambos. Luego de un rato ya volvemos al bar y no puedo ocultar la sorpresa cuando cierto señor de coleta se acerca.

—¿Emilio? —Gira su vista a mi y me sonríe.

—Hola, chiquita ¿Cómo estás? —Me saluda de un beso a la mejilla.

Aún me siento demasiado culpable por como Jack lo atropello pero al parecer está bien.

—Genial, ¿Y tú? ¿Cómo está tu costillas?

—Tengo tornillos de titanio para que sane mas rápido. —Informa y hago una mueca.

—Oye, lamento lo que pasó esa noche...

—No es tu culpa chiquita, es culpa del loco que me paso por encima. Aún no lo encuentran, los agentes están haciendo todo lo posible.

¿Cómo le explico?

—Bueno...

—Nena te pedí langost... —Su mirada cae en Emilio y lo recorre con su mirada—. Oh, Escobilla, que bonito verte aquí. —Espeta sarcástico.

—¿Y qué hacen ustedes dos aquí? —Preguta algo confundido.

—Bueno, estamos de vac...

—¿Acaso no puedo irme de vacaciones con mi mujer, prometida y madre de todo mi legado? —Jack me toma de la cintura algo enojado y Emilio lo mira confundido.

Obsesión || Jack Conway y tu [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora