Obsesión || Jack Conway y tu [TERMINADA]

38. 🙄... 🥵... 🥰...😵...🤔 y... 🔥💖

•°•Narra Tanya•°•

Espero que Jack regrese de la ciudad. Se ha ido a primera hora para solucionar no sé qué pero me dijo que en la tarde volvía. Me ha confiado las llaves de la casa y no quiero fallarle, pero más me importa no fallarme a mi misma así que estoy sentada en el sofá, esperándolo.

Me siento más tranquila que hace unas semanas, ya pasó un mes de eso y no tengo ganas de volver a la ciudad pero no puedo pensar solamente en mí. Jack tiene trabajo en la comisaría y yo solo lo retengo.

Varías veces pasó por mi cabeza la idea de terminar lo que tenemos pero siempre que quiero sacar el tema algo sucede.
Ya son las ocho de la noche y me tome el tiempo de preparar boeuf bourguignon ya que tengo muchas ganas de comer eso.

Ya es diez de diciembre y lo único que puedo preguntarme es como pasó tan rápido el año, aunque suene loco solo me parecían unos cortos capitulos resumiendo mi historia, nuestra historia, la de Jack y Yo.

No quiero volver a la ciudad y al parecer él tiene todo controlado de aquí. Mis compañeros (Mas bien amigos) de trabajo cada tanto mandan correos deseandome una pronta recuperación —Ya que ellos solo tienen entendido que me hirieron de muerte—, llamadas de más de una hora con Kylie, Carla y Jenna diciendo cuanto me extrañan, extensas llamadas con mis padres y hermano mientras les digo que estoy bien y tranquila.

Temo a quedarme sola pero eso lo estoy tratando con mi terapeuta Stev Marshall, al que Jack contacto para que viniera una vez por semana.
Por ahora no tengo indicios de otra recaída, mi obsesión con follar es un buen aislante aunque Marshall dijo mas de mil veces que eso estaba mal, no podía evitarlo.

Preparo los platos en la mesa y acomodo los cubiertos cuando veo la luz del auto, se estaciona frente de la casa y a los segundos mis ojos se iluminan cuando veo entrar a mi bebé.

—¡Ven con mami! —Le digo y rápido corre hacía mí.

Mi querido Ivadog Anastasio esta cada vez más grande y peludo. Me tiro al piso con él mientras me hago cariño en la barriga y Jack se acuclilla a mi lado.

—No le hagas cariño, esta castigado.

—¿Por qué? —Me da un beso y ambos nos levantamos cuando Ivadog intenta escarbar mi abdomen.

—Embarazo a la Husky de Greco. Está furioso.

—¿Desde cuándo Greco tiene una? —Mi niño sigue ladrando mientras quiere levantar mi camisa y lo aparto levemente cuando me siento en la mesa.

Jack se sienta en frente ya que es una mesa pequeña y redonda, Ivadog apoya su patita en mi muslo mientras lloriquea.

—¿Cocinaste tú? —Asiento y come—. Esta delicioso, Nena.

—¿Crees que el Delivery llegue hasta aquí? No hice postre y tengo ganas de comer helado.

—Claro. —Carga un poco su cubierto y me da de comer. Pruebo sin despegar sus ojos de los míos y tengo tantas ganas de montarlo.

Parece entender lo que le digo con la mirada porque baja su vista al plato.

—¿Me salió bien?

—Perfecto.

—Le siento gusto raro. —Aparto el plato, satisfecha y sigo a acariciando a Ivadog.

—Pues a mi me encanta, deberías cocinar más seguido.

—Me gusta más cuando cocinas tú. —Estira su mano por encima de la mesa y la tomo, acariciando su palma.

Denuevo me llegan los pensamientos de cortar lo que tenemos, me da otra vez de comer y la comida me sabe a culo.