13. Fue mi mujer y lo sera otra vez.

1.9K 96 72
                                    

Narra Tanya

—Ti piace il tuo lavoro? —Pregunta Mama preocupada.

«Ti piace il tuo lavoro?: «¿Te gusta tu trabajo?»

—Claro que me gusta, supongo que lo llevo en la sangre. —La tranqulizo mientras como mi nueva Obsesión, el puré—. Deben dejar de preocuparse, me siento mucho mejor.

Y aunque le mentí infinidad de veces sobre mi estado anímico, deciendo que me sentía bien cuando en realidad lo único que queria era volver al crack, ahora inexplicablemente me siento mejor.

—¿Tú jefe no es un patán, cierto? —Pregunta Papá mientras come.

—Bueno, por ahora no. —Tomo un poco de agua—. Es buena onda.

—¿Si? Porque parecia un auténtico gilipollas.

Decirle a papá que mi jefe en efecto era un gilipollas, era como mandar a matar a Jack. Prefería ahorrarme todo eso ya que no quiero a mi padre en la cárcel ni quedarme sin una buena verga.

—Cuídate más en los atracos, Tanya. —Me dice Thomas—. Viniste la última semana varias veces porque las balas te tocaban. La ultima casi toca tu vena cava superior. —Me regaña y es suficiente como para que mamá comience a abanicar su rostro, pálida.

—Nostro padre che sei nei cieli, sia santificato il tuo nome... —Comienza a rezar y dejo de oirla para mirar fulminante a Thomas.

—¿Qué hermanita? —Come de su hamburguesa—. Enserio debes cuidarte.

Le saco el dedo del medio y mientras mamá reza, papá maldice por lo bajo a mi jefe por no hacer bien su trabajo. Como si fuera culpa de Jack que me dispararan.

Luego de unas horas extrañamente divertidas, salgo de la casa de mis padres para ir a comisaría, otra vez mamá casi se desmaya y comienza a rezar cuando ve la Hakuchou donde me monto.

—Stai attenta figlia. —Dice mamá, besando mi mejilla antes de ponerme el casco.

«stai attenta figlia: Ten cuidado hija»

—Si ves a tu jefe pásale por arriba por mi, cariño. —Dice papá y asiento para que se quede tranquilo.

—No te vas a morir si pasas a visitarme por el hospital. —Dice mi hermano y le saco el dedo del medio.

Ya era una costumbre que para mí significaba Muérete y para el Te quiero.

Arranco hacía comisaría con una tonta sonrisa en el rostro y aparco enfrente. Llego más temprano de lo habitual asi que me quito el casco y me apoyo en mi motocicleta, mirando el móvil.

Un auto rosa chillón con luces led rosa y vidrios polarizados se estaciona a mi lado. Confundida, saco el móvil con disimulo para grabar quién sale de coche y asi poder reírme más tarde pero mi mandíbula casi cae al piso al ver a mi jefe.

Si, mi jefe, saliendo de ese coche rosa como si fuera lo más común del mundo. Dejo de grabar y lo ignoro, siguiendo en lo mío y puedo verlo entrar a comisaría sin dirigirme la mirada.

Al cabo de unos minutos también entro no sin antes tomarle otra foto al auto y a la matrícula. Voy hacia los casilleros y evito poner en blanco los ojos cuando lo veo ahí con el móvil, esperando no sé qué.

Me cambio evitando su mirada y luego salgo de los vestidores a encerrarme en mi oficina, tenia poco papeleo que archivar asi que lo mas probable era terminar y salir a patrullar sola.

Como mi postre de chocolate a cucharadas mientras miro una serie en el ordenador. Jack entra y disimuladamente cambio a la pestaña del CNP.

—¿Así trabajas? —Camina hacía mi lado para ver la pantalla pero se relaja al ver que estoy “Trabajando”.

Obsesión || Jack Conway y tu [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora