Anime One-Shots

¿Qué Es Un Héroe?

Angstcember

Día 1

Prompt: Héroe

Título: ¿Qué es un Héroe?

Fandom: Naruto

Personajes: Sasuke, Naruto, Itachi, Shisui

Advertencias: AU. Violencia. Muerte de personaje (insinuación).

Konoha

—Comprendes que lo que estás haciendo podría costarte la vida, ¿verdad?

Preguntó, sin el menor atisbo de temor en su voz, un hombre de cabellos negros y revueltos y ojos grises mientras observaba al mayor de sus primos colocarse su chaleco Jōnin sin siquiera percatarse de su presencia. O, si la había notado, lo disimulaba demasiado bien. De hecho, Itachi Uchiha dejó escapar un bufido hastiado cuando Shisui reiteró una vez más su pregunta, señalando, además, que dudaba seriamente que ciertos sectores de la aldea continuaran viéndolo del mismo modo si llegaran a descubrir lo que estaba a punto de hacer. El hombre unos cinco años más joven que su primo, de cabello lacio y ébano casi a la altura de la cintura y recogido en una coleta baja y suelta apretó sus puños a los costados de su cuerpo y sus ojos, en ese momento, escarlatas y exhibiendo su Mangekyō Sharingan al escuchar esas palabras.

—Shisui... —dijo tras un breve silencio y en un tono de evidente advertencia –No me obligues a repetirme porque sabes que lo detesto. Como también sabes que es nuestro deber como shinobi garantizar el bienestar de los habitantes de la aldea. ¿Crees que a estas alturas, y especialmente, en mi situación, me interesa en lo más mínimo lo que suceda con mi vida?

Él nunca le mencionaría a Shisui que tampoco creía justo que le consideraran un héroe de Konoha. Nada de lo que había hecho desde sus jóvenes 11 años lo hacía digno de merecer ese título, por así llamarle. Aun cuando era cierto que sus acciones habían salvado vidas, también lo era que, en varias ocasiones, estas habían significado la muerte de personas inocentes. A pesar de ser consciente de ello, Shisui estuvo a punto de insistirle en ello una vez más. Sin embargo, algo lo detuvo. Notó al hombre frente a él temblar levemente antes de caer de rodillas, sosteniendo con fuerza su pecho mientras sus ojos, naturalmente de un intenso ónix, se volvían ligeramente opacos y, por otra parte, comenzaba a faltarle el aire.

—Shisui... —pidió Itachi, apenas en un hilo de voz y sin siquiera mirar a su primo –Por favor... vete... No puedo permitir que me veas así...

El mayor sintió el impulso de poner los ojos en blanco ante esa petición. Él no era su hermano Sasuke, a quien, a pesar de sus 30 años, Itachi aún se empeñaba en ocultarle que, en efecto, estaba muriendo. Y que, si había sobrevivido hasta ahora, había sido justamente gracias a su propia cuñada y a la Quinta Hokage. Ni siquiera el Séptimo estaba enterado de su frágil estado de salud; y jamás permitiría que algo así sucediera. Naruto Uzumaki, hijo del Cuarto Hokage, le guardaba tanta estima como su propio hermano. Y apenas le había conocido quizá en el momento más oscuro de su vida. Es decir, cuando debió capturarle para llevarlo ante Akatsuki, la organización criminal de alto rango en la que se había infiltrado por orden del Tercer Hokage. Debió haber muerto una vez; y se suponía que su verdugo sería su propio hermano. Pero aquella joven cometió el error de salvar su vida. El mismo cometió más tarde el error de permitirle entrar en su vida, a pesar de dejarle bien en claro desde el inicio que jamás le permitiría exceder esa línea. Era consciente de quien era el para Konoha, como también lo era de quien ocupaba los pensamientos de aquella pelirosa. Comenzó a sentir un molesto zumbido en los oídos que lo sacó abruptamente de esos pensamientos. Segundos después, una sensación igualmente incomoda –y aún más dolorosa— se apoderó de sus sienes, provocando que poco a poco sus ojos comenzaran a nublarse. Hasta que, segundos más tarde, perdió la consciencia.

Otra vez ese extraño sueño. Se encontró frente a frente, vestido en su uniforme ANBU, sosteniendo su tanto con la punta del mismo rozando prácticamente el cuello de una mujer que solo atinaba a rogar por su vida. Bajo la máscara que ocultaba su rostro, sus orbes escarlatas brillaban intensamente y con un destello de ira que no creía propio. El jamás había actuado de ese modo contra un simple civil. ¿Qué pecado o crimen tan grave habría cometido aquella mujer como para estar en la mira de sus líderes? ¿O acaso alguien fuera de Konoha le buscaba? El agarre en el tanto tembló en ese momento. Su cuerpo comenzó a temblar levemente, mientras que una sensación de náuseas, así como un sabor amargo subía por su garganta. Apartó su mano izquierda del arma cuando comenzó a sentir que ese trozo de plástico le asfixiaba y, apenas la hubo removido, cayó sobre su rodilla izquierda, mortalmente pálido y comenzó a toser desesperadamente. La mujer frente a él pareció perder todo rastro de miedo al ver esa situación y, sin pensarlo dos veces, se acercó a Itachi, apoyando una mano en su hombro, mientras que, con su mano libre, tomaba la manta alrededor de su cuello, cubriendo los labios del joven frente a ella.

—Hijo... ¿Qué te sucede? ¡Ven conmigo, por favor! ¡Te llevaré a casa!

—No... Por favor, huya... Es... muy peligroso estar aquí... Es decir... Estar conmigo...

La mujer estaba a punto de preguntar de qué hablaba. Por qué decía esas palabras. Sin embargo, no tuvo tiempo siquiera de abrir la boca cuando una katana atravesó su cuerpo, provocando que el uniforme gris del Uchiha se cubriera de sangre. El shinobi de coleta alzó sus escarlatas, esperando que no se tratase de la misma persona que había visto cada vez que tenía ese sueño. Sin embargo, era efectivamente quien imaginaba. Sasuke.

— ¡Itachi! ¡Despierta, por favor!

Exclamaba Naruto, sumido en la más absoluta desesperación al percatarse de que el shinobi pelinegro parecía justamente estar sumido en una especie de trance. Shisui les había informado a él y a Tsunade de lo ocurrido con su primo. El hombre de coleta abrió abruptamente los ojos y se incorporó aún más violentamente. Miró de un lado a otro con evidente confusión en sus facciones y, cuando sus ojos cayeron en los orbes azules del Séptimo comenzaron a cristalizarse. Sin embargo, Naruto no comprendía en absoluto lo que estaba sucediendo. Por lo tanto, y aunque era consciente del estado en que se encontraba Itachi, decidió preguntar qué le había sucedido. No esperaba sin embargo la respuesta que recibió del mayor de los hermanos Uchiha. Este tomó con tanta fuerza como le permitió la fragilidad de su cuerpo las muñecas del rubio y dijo, casi en un tono de súplica y, esta vez, con las lágrimas bañando su rostro pálido:

—No... no puedo soportarlo más, Séptimo. Yo... jamás he sido el héroe que usted piensa. Ellos... eran simples civiles; aun así no tuve piedad... Y no descansaré en paz mientras esté vivo... Su... llanto, sus súplicas me torturan...

— ¿Qué estas pidiéndome exactamente? Dime que no piensas en...

El solo brillo de genuina determinación en el rostro y la mirada escarlata del hombre ante él fue respuesta suficiente. Itachi se sentía cansado, ya no solo físicamente producto de su enfermedad o de las consecuencias de la guerra. Su mente estaba abrumada por el peso de ser considerado, para algunos, un héroe aún más importante que el propio Hokage. Y por mucho que esa decisión pudiera herirle, y herir a los suyos, no hallaba otro alivio a ese dolor que la muerte.

Fin

Notas: Drabble creado para el evento especial del Club de Lectura de Fanfiction, "Angstcember".