Anime One-Shots

La Luz De Sus Ojos

Desafíos Semanales

1a Persona

Título: La Luz de Sus Ojos

Fandom: Naruto

Personajes: Itachi, Sasuke, Konan, Yahiko, OC

Advertencias: AU. OoC. Angst. Ceguera. POV Diversos

Sinopsis: Su hermano Sasuke había sufrido un accidente que provocara la pérdida de su visión. Su hija había muerto como consecuencia de las quemaduras sufridas tras un incendio en su hogar. Del cual lograra salvarla, justamente, el hermano mayor de Sasuke, Itachi. Ninguno de ellos imaginaba que el destino planeaba unir sus caminos de la manera menos pensada.

Nota: Yahiko y Konan tendrán 45 años en esta historia, mientras que Itachi tendrá 30 y Sakura y Sasuke, 25.

Hospital de Tokio

POV Itachi

—Debería ir a descansar, al menos por esta noche, ¿no cree?

Ya me había quitado el delantal blanco. En otras palabras, ya había acabado mi turno en el hospital cuando el Jefe de Urgencias pronunció esas palabras a mis espaldas. Para ser honesto, no iba a negarle a Jiraiya Sarutobi que estaba exhausto. Después de todo, no solo me conocía de la universidad, sino que, de hecho, el y su esposa Tsunade, Jefa de Obstetricia, habían atendido a mi familia desde que tenía uso de razón. Literalmente, habían estado presentes tanto en mi nacimiento como en el de mi hermano Sasuke. Justamente, el paciente a quien estaba atendiendo en ese momento. Volví mis profundos ónices a los ojos igualmente negros del hombre de cabello blanco y pregunté por la paciente a quien llevaran a quirófano esa misma mañana. La joven que había sufrido quemaduras de segundo y tercer grado. Antes de que el peliblanco bajara la cabeza, con un gesto apesadumbrado, la sola mirada en su rostro había respondido a mi pregunta. Sin embargo, tras unos minutos, volvió a mirarme fijamente y afirmó que los padres de la joven habían pedido ver a quien la había salvado del incendio y la había llevado al hospital. Me explicó que le habían mencionado que no había sido un miembro del cuerpo de bomberos, sino un civil que, al parecer, había escuchado gritos. Trague grueso al escucharlo. Y ese gesto no hizo más que confirmar lo que mi jefe había sospechado ya desde un principio.

—Solo... -dije, sacudiendo levemente la cabeza —No se atreva a preguntarme por qué lo hice...

—No lo haré. Solo dime, ¿te encuentras bien?

Tan solo atiné a levantar las mangas de la camiseta negra que vestía casi a la altura de los codos, enseñándole al mayor mis brazos vendados. Sin embargo, señalé, Shizune, la propia hija de Jiraiya, me había mencionado que solo se trataba de lesiones propias del calor extremo al que había sido sometido. O al que me había expuesto, para decirlo más apropiadamente. Por otro lado, sin embargo, sí debía admitir que aun sufría breves episodios de tos intensa y asfixia. Como si aún estuviese expulsando el humo inhalado. Debía agradecer que no hubiera sido un incendio causado por una pérdida de gas, señalé finalmente. Minutos después, salí de la habitación de Sasuke, dando paso al peliblanco a que tomara mi lugar y me dirigí a la sala de espera del quirófano, donde se encontraban Konan y Yahiko Senju, los padres de la joven Saeko.

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— ¿Señores Senju?

Me apoyé con la mano izquierda en la pared, mientras que llevaba mi mano derecha al pecho al darme cuenta de que, nuevamente, comenzaba a faltarme el aire. Hasta que una mano masculina en mi hombro me hizo alzar la mirada a los ojos gris-violáceos de un hombre de alrededor de 45 años, de mi misma estatura y con el cabello anaranjado ligeramente revuelto. Sin poder evitar su preocupación, Yahiko Senju preguntó si me encontraba bien, a lo que respondí admitiendo que debí haber aceptado la sugerencia del jefe de Urgencias y haberme retirado de regreso a casa. O, mejor dicho, haber ido a casa, puesto que no había pasado por allí desde que estuviera en el incendio en la mañana.