Tiempo a Recuperar

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Drabble

Índice de los Textos Prohibidos

Prompt: Ciencia

Título: Tiempo A Recuperar

Fandom: Naruto

Sinopsis: Durante una misión de Akatsuki, Itachi y Kisame son absorbidos por un misterioso portal. Cuando este desaparece a sus espaldas, descubren que se encuentran en... ¿Konoha del futuro?

Personajes: Itachi Uchiha, Kisame Hoshigaki, Sasuke Uchiha, Sarada Uchiha, Naruto Uzumaki

Advertencias: AU. Viaje en el Tiempo. Familia. Angst. Enemigos a Aliados. OoC.

Nota: No especifiqué que sería un Canon Divergente porque el arco de Boruto en el que está vagamente basado, de manera inversa y con distintos 'actores', no pertenece al canon de Boruto, sino que es exclusivo del anime.

Itachi Uchiha y Kisame Hoshigaki se encontraban de regreso a la guarida Akatsuki en Amegakure cuando de pronto el gigantesco espadachín de curiosas facciones de tiburón se detuvo de golpe, al percatarse que su compañero había hecho lo mismo. Colocando su pesada espada, Samehada, sobre su hombro, tal era su costumbre, el shinobi renegado de Kirigakure cuestiono la actitud repentina del de Konoha tanto verbal como físicamente, a pesar de que el prodigio Uchiha no vería esto último por estar dándole la espalda.

—Creí que un hombre con tu capacidad se habría percatado de ello, Kisame... —comentó el de cabello ébano en una coleta baja, sin un ápice de ironía en su voz —Algo muy extraño está sucediendo aquí. No puedo decirlo con seguridad, pero este Chakra me resulta vagamente familiar...

Apenas terminó de enunciar aquello, el área a su alrededor comenzó a vibrar, como anunciando una intensa corriente de viento. Sin embargo, lo que sucedió finalmente fue mucho más extraño e inusual. Un enorme y oscuro portal se abrió lenta aunque inesperadamente frente a ellos y, como si de una fuerza magnética se tratase, arrastro sin piedad alguna al mayor de los hermanos Uchiha hacia él. Desesperado por intentar liberar a su compañero de equipo, Hoshigaki tomó sin decoro o sutileza alguna el brazo de Itachi, lo que acabó con que ambos fuesen absorbidos. Con todo y Samehada.

POV Itachi

Recuerdo ese portal absorbiéndonos literalmente aunque, cuando salimos del mismo y tras recuperar la consciencia, no encontré a Kisame por ninguna parte. Sin mencionar que no tenía idea de donde estaba. Era evidente por el paisaje a mi alrededor que estaba en un bosque. Sin embargo, algo en el lucía diferente a lo que conociera. Algo agitado, y aturdido, me puse lentamente de pie. De pronto escuché voces que apenas y podía reconocer, o quizás fuera producto de mi aturdimiento. Lo que si pude darme cuenta fue que los dueños de las mismas se dirigían hacia aquí. Y entonces identifiqué tres voces; todas ellas adultas. Dos masculinas y una tercera femenina. Una cuarta voz se hizo presente, sin embargo, con su acostumbrado tono autoritario, por lo que pude reconocerla rápidamente. Y aun a pesar de encontrarme en un lugar que no conocía. Le oí preguntar, seguramente viendo en mi dirección, como me encontraba. Sin embargo, no podía verlo. Y no necesité pensar demasiado para averiguar el motivo. Lo último que pude escuchar antes de que mi consciencia se desvaneciera nuevamente fue la única voz femenina llamándome desesperadamente. Curiosamente, por mi nombre. Aunque, por otra parte, aunque no reconocía la voz, no me sorprendería que una kunoichi me reconociera. Aun si no fuera de Konoha.

POV Sakura

No estaba segura de poder ocultarle por mucho tiempo a Sasuke, a mi esposo, que su hermano mayor había aparecido en esta época, al parecer, arrastrado de manera accidental por uno de los portales del Rinnegan. Y nada menos que junto a su intimidante compañero de equipo, que en este preciso momento parecía estar evaluándome de pies a cabeza con la mirada mientras atendía a Itachi. No me sorprendió que el grandote a mi lado hubiera resistido ese viaje en el tiempo. Supongo que para algo debía de servirle tamaña apariencia y fuerza. Miré brevemente y de reojo a un extremo de la sala de hospital, donde descansaba su gigantesca espada y luego volví mi atención a mi paciente. En ese instante despertó, lenta y trabajosamente, mirando hacia todas partes con una mueca evidente de confusión en sus facciones. Sus orbes ónices rápidamente se posaron en mí y repitió el mismo escrutinio que antes hiciera su compañero aunque, extrañamente, no me sentí incómoda. Quizá porque no era la primera vez que le veía. Debía tener unos 22 años, es decir, poco antes de su duelo con Sasuke, por lo que ya lo había visto en al menos dos ocasiones.

—Tú debes ser... ¿La discípula de Tsunade-sama?

No supe si enojarme o asentir ante la pregunta. Aunque, tras recordar que de hecho ya nos había sido revelada su verdad por Kakashi-Sensei, me incliné por lo segundo, ofreciéndole además una pequeña sonrisa antes de señalar:

Sakura Uchiha; tu... Sasuke es mi esposo. ¿Debo preguntar si recuerdas que edad tienes?

—21 años; puedo estar confundido, sin embargo no olvidaría algo tan básico como eso. Perdona... ¿Debo ahora preguntar qué edad tienen tú, mi hermano y el hijo del Cuarto?

Una nueva voz masculina, ingresando a la sala con absoluta calma, contrario a como era su actuar habitual, respondió a las dudas de Itachi, explicando que teníamos exactamente 35 años. Y que ya no podría llamarle solo 'el hijo del Cuarto'. Algo del orgullo que le conocía al 'presumir' su nuevo rango asomó, apenas sutilmente, en la voz y postura de mi rubio mejor amigo antes de detenerse junto al mayor de los Uchiha y concluir su explicación:

—Veo que recuerdas que la vieja Tsunade era la Quinta Hokage. Debes saber también que...

Su voz se quebró notoriamente al pronunciar esa última oración que Itachi decidió acabar por él, admitiendo con pena en sus propias facciones que sabía que su maestro, Jiraiya, había sido asesinado por Pain. Omitió explicarle su relación con el Sannin; es decir, que compartían información sobre Akatsuki y Konoha. Tras un momento de tenso silencio, Naruto sacudió la cabeza mientras su habitual sonrisa adornaba nuevamente en su rostro. Luego, culminó su relato donde lo dejara.

—Tras la Cuarta Guerra, Kakashi-Sensei se convirtió en el Sexto Hokage. Él fue uno de los alumnos de mi padre, el Cuarto. Finalmente, desde hace poco más de 7 años, tomé su lugar. No sé si lo recuerdes, pero tanto Kakashi-Sensei como yo hemos tenido de consejero a Shikamaru Nara. Quizá su padre, Shikaku, te resulte más familiar...

Podía notar claramente como el semblante de mi cuñado se modificaba con cada palabra pronunciada por mi mejor amigo. Aunque me alarmé al percatarme de que, al finalizar el relato de Naruto, Itachi había palidecido, literalmente, como si de un fantasma se tratase. Rápidamente me acerqué a él, preguntándole sin poder ocultar la preocupación y el temor en mi voz si se encontraba bien. Él solo asintió con una sonrisa antes de afirmar, en un hilo de voz, que quizá había sido demasiada información en tan pocos minutos. Sin embargo, tras respirar profundamente un par de veces para relajarse, volvió su mirada, esta vez escarlata y exhibiendo su Sharingan, hacia Naruto y asintió física y verbalmente a sus últimas palabras.

—Recuerdo a Shikaku-san y a su hijo. Sé que... él e Inoichi-san fallecieron en la Guerra. A propósito, Sakura-san. Mencionaste que mi hermano era tu esposo ahora... ¿Acaso...?

—Así es, nii-san; tienes una sobrina de 16 años...

Itachi giró quizá muy bruscamente su cabeza ante el sonido de la voz ligeramente quebradiza de mi esposo. Y comprobó sus palabras al ver a su lado a nuestra hija, vestida en un uniforme Jōnin. Kisame, quien había permanecido en completo silencio hasta entonces, se inclinó ante los shinobi de Konoha y, volviendo la mirada hacia su compañero, declaró:

—Creo que yo sobro aquí; y tú sobras en Akatsuki, ¿no crees?

Luego volvió por breves segundos su atención hacia mí y, devolviéndome una sonrisa apenas sutil, dijo:

—Si su esposo aquí acepta ayudarme, regresare adonde pertenezco y no volverán a saber de mí. Pero él no merece volver a ese lugar; ni llevar esa vida...

Sasuke pareció vacilar en llevar de regreso al espadachín. Y no porque la técnica del Rinnegan efectivamente exigiera un gran esfuerzo de su parte, sino porque por alguna razón no estaba convencido de querer hacerlo. Tal vez, habría considerado que el espadachín también podría hacerle compañía a su hermano. Naruto también notó las dudas de su mejor amigo, por lo que volvió la mirada hacia el shinobi de Kiri.

—Si aceptas, no tengo inconveniente alguno en conseguir un hogar para ti...

Desde ese momento, nuestras vidas dieron un giro imprevisto. Los Uchiha se convirtieron una vez más en la familia que siempre habían deseado. Y la aldea contaba, además, con un aliado invaluable.

Fin

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